El proyecto, que generará 372 empleos durante los 22 meses de su ejecución, mejorará "la movilidad y la habitabilidad" en Málaga
SEVILLA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno ha autorizado este martes a la Agencia de Obra Pública de la Junta un gasto de 24,75 millones de euros para la licitación de las obras finales del tramo Renfe-Guadalmedina del Metro de Málaga, que darán continuidad a las dos líneas del suburbano y permitirá su conexión con el centro de la ciudad. El contrato, que también incluye la intervención arqueológica vinculada al trazado, tiene un plazo de ejecución de 22 meses y generará 372 empleos --unos 200 directos-- durante la fase de construcción.
En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el vicepresidente de la Junta y consejero de la Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios, ha señalado que este tramo "llevaba parado casi un año", de manera que esta inversión es "un paso importante que resuelve definitivamente la reactivación de esta obra".
Además, ha destacado que esta inversión "permitirá que el Metro llegue al centro de Málaga" y es, por lo tanto, "un paso importante en la consecución de una infraestructura pública que permite mejorar la movilidad y mejorar la habitabilidad de las personas de Málaga".
El tramo Renfe-Guadalmedina del Metro de Málaga conecta el Intercambiador de El Perchel-María Zambrano, donde confluyen las líneas 1 y 2 en servicio comercial desde julio de 2014, con la antesala del centro histórico y turístico de la capital malagueña, donde actualmente se ejecuta el tramo Guadalmedina-Atarazanas, que se extiende hasta la Alameda Principal.
Este trazado fue objeto de un proyecto de modificación, que la empresa adjudicataria renunció a culminar, lo que implicó el inicio de un expediente de rescisión del contrato en vigor en septiembre de 2015 y, en paralelo, la redacción de un proyecto para la finalización de las obras pendientes, que es el que ahora autoriza el Consejo. Las obras que saldrán a licitación pública presentaban, antes esa fecha, un nivel de ejecución del 65 por ciento, mientras que la intervención arqueológica asociada se situaba en el 72 por ciento.
De esta manera, el tramo Renfe-Guadalmedina tiene 713 metros de longitud y discurre soterrado en su integridad. Una de sus principales complejidades técnicas se deriva de la confluencia de las líneas 1 y 2, por lo que se dispone de dos túneles con doble plataforma de vía. La Estación de Guadalmedina, cuya ejecución se incluye en el contrato autorizado este martes, consta de tres niveles: el primero para vestíbulo y acceso de usuarios, y los otros dos para los andenes de las dos líneas.
La licitación de la obra de terminación del tramo incorpora todas las unidades de obra pendiente de ejecutar del anterior contrato, incluida la intervención arqueológica asociada a la Muralla Nazarí. Fundamentalmente consisten en la finalización de los túneles, que presentaban ya un avanzado grado de ejecución antes de la suspensión de los trabajos; en la adecuación del recinto de la estación de Guadalmedina, y en la urbanización y restitución de la superficie en la zona de Avenida de Andalucía.