MÁLAGA 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha concedido una ayuda de 70.930 euros al grupo de investigación 'Neuropsicofarmacología de la Adicción' del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) para un estudio que persigue identificar biomarcadores plasmáticos en población afectada por el uso de alcohol o cocaína y que padecen un trastorno psiquiátrico asociado como depresión, trastorno de ansiedad o esquizofrenia.
El consumo, tanto de alcohol como de psicoestimulantes, es un importante factor en el curso de las enfermedades mentales y ha evolucionado en los últimos años debido a la influencia demográfica, social y cultural.
Además, existen diferencias notables entre hombres y mujeres, así como entre las distintas franjas de edad que necesitan ser estudiadas para ofrecer un mejor diagnóstico y tratamiento a estos pacientes. La dotación económica está integrada en la Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Investigación 2018 del Plan Nacional sobre Drogas.
El estudio, que tiene una ejecución de tres años, desde 2018 hasta 2020, contempla la posibilidad de profundizar en los trastornos psiquiátricos inducidos por el alcohol o cocaína, frente a los que están presentes de manera primaria en los pacientes. La experiencia clínica indica que el abuso de drogas por parte de personas con enfermedades mentales complica su tratamiento.
El investigador principal de este estudio, Fernando Rodríguez de Fonseca, es además el responsable del grupo 'Neuropsicofarmacología de la Adicción' de Ibima, y pertenece a la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga.
Además, es coordinador de la Red de Trastornos Adictivos desde 2003, miembro del Comité Científico del Observatorio Europeo de Drogodependencias (Emcdda), miembro del Consejo Estatal de las Drogodependencias y miembro del Comité Científico del Observatorio Andaluz de las Drogas.
El equipo que lidera Rodríguez de Fonseca es multidisciplinar, ya que se compone de médicos, psicólogos, biólogos, bioquímicos, licenciados en farmacia, o técnicos de laboratorio, entre otros, han detallado a través de un comunicado.
En relación con la aplicabilidad de los resultados de la investigación, según Rodríguez de Fonseca, el estudio permite varias vertientes de aplicabilidad tanto en la clínica como en la investigación.
Así, en base a las mejores que podría proporcionar a la clínica, el investigador ha incidido en que "en la actualidad muchos centros de adicción se encuentran con algunas limitaciones para desarrollar sus programas de tratamiento de forma adecuada, a lo que este estudio podría contribuir en la mejora de la aplicabilidad en el diagnóstico, mejorando los procedimientos disponibles y consiguiendo también mejorar en la estratificación de pacientes".
Por otro lado, Rodríguez de Fonseca también ha destacado que "la aplicabilidad en investigación de este proyecto podría generar nuevas hipótesis patogénicas e incluso terapéuticas a las adiciones, los trastornos psicóticos, la depresión y su asociación entre sí, facilitando el avance científico en esta área".
El trastorno por uso de alcohol y cocaína supone un importante problema de salud pública de primer nivel, tanto por su prevalencia como su complicado abordaje, así como por la falta de herramientas diagnósticas y terapéuticas que permitan su abordaje correctamente en la atención sanitaria, presentando en muchos casos un segundo diagnóstico psiquiátrico que dificulta la labor asistencial.
El estudio presenta la posibilidad de profundizar en los trastornos psiquiátricos inducidos por el alcohol o las drogas, frente a los que están presentes de manera primaria por los pacientes debido a causas externas al consumo de alcohol o cocaína.