MÁLAGA 19 May. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha iniciado ya el procedimiento para inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico, como Bien de Interés Cultural (BIC) y con la tipología de Sitio Histórico, el Acueducto de la Fuente del Rey, una obra del siglo XVIII que se encuentra en los municipios de Alhaurín de la Torre y Málaga.
Así lo ha indicado la delegada territorial de Cultura, Monsalud Bautista, quien ha explicado que en el expediente de declaración de BIC iniciado se recoge que el Acueducto de la Fuente del Rey es una "espectacular obra de ingeniería que a lo largo de los años ha dejado una fuerte impronta en el paisaje y que muestra como la acción del hombre ha modificado sustancialmente el territorio para adaptarlo a sus necesidades".
La delimitación del BIC se inicia en el arca principal, donde el acueducto debía hacer la captación de aguas en la Fuente del Rey, y finaliza en las inmediaciones del aeropuerto de Málaga, en el carril de los Chopos cerca de las obras de encauzamiento del río Guadalhorce, donde se conservan los restos de un machón del Puente del Rey.
Entre ambos elementos el BIC incluye los tramos conservados del acueducto, algunos de gran potencia muraría como los de Arroyo Ramírez que alcanzan los cinco metros, y otros que discurren casi a ras de suelo como el tramo de la finca de la Cónsula. La suma de todos los elementos delimitados como BIC da una longitud de 3.017 metros.
El acueducto se percibe exteriormente por un paramento de hormigón rematado, ya sea en sección semicircular o piramidal. La fábrica es de gran solidez al estar construida con mampostería trabada con un mortero de cal, que infiere a la estructura gran dureza. Se observa también el empleo de sillares.
El tratamiento exterior del paramento que alberga la cañería se realiza a base de un enfoscado de gran calidad, según ha informado la Junta de Andalucía en un comunicado.
El interior alberga el caz, de sección en 'U' pintado de almagra, tal y como puede apreciarse en aquellos tramos parcialmente destruidos. La obra del núcleo interior es de mampostería trabada con cal. En algunos tramos, el canal, también de sección cuadrangular, se encuentra cubierto por una laja de piedra.
Del acueducto forman parte el arca principal de captación de agua de la Fuente del Rey, tramos emergentes, otros semisoterrados y el puente del Rey.
OBRA PÚBLICA Y ARQUITECTURA DEL SIGLO XVIII
A pesar de estar inconclusa, aporta información muy relevante sobre la obra pública del siglo XVIII y sobre el saber técnico de los arquitectos e ingenieros de la época. Por otra parte, el volumen sobresaliente de documentación conservada (documentos de archivos, planimetría de los diferentes proyectos, etcétera) constituye un patrimonio asociado al bien de gran valor.
El acueducto es un testimonio material de la histórica necesidad de la ciudad de Málaga de contar con agua potable. Es una obra de ingeniería propia de la época moderna, que sustituye a otros sistemas de captación de aguas como fueron los pozos.
En definitiva, constituye un testimonio de una época de esplendor económico para Málaga con el auge de la agricultura, que trae consigo la llegada de comerciantes y la activación de las dos obras claves de la ciudad: el puerto y la Catedral.
El interés de la Administración por realizar esta obra se pone de manifiesto a través de los numerosos proyectos que se redactaron para tal fin. Estos proyectos, conservados en su mayoría en el Servicio Geográfico del Ejército, constituyen documentos esenciales para entender cómo se afrontaban las obras de ingeniería en el siglo XVIII y aportan datos muy importantes sobre los principales arquitectos que se encontraban trabajando en la ciudad de Málaga en aquel momento como Bartolomé Thurus y otros venidos de otras provincias, como Martínez de la Vega.
En este proyecto participan arquitectos de la talla de Martín de Aldehuela, que fue el artífice del acueducto de San Telmo de Málaga. También refuerza su valor histórico el hecho de que en el impulso de la construcción intervenga hasta el propio monarca Felipe V, quien ordena que se busque arquitecto para continuar las obras después de la muerte de Martínez de la Vega en 1733.
Igualmente, el acueducto y el puente tienen también "un indudable valor artístico" que apoya su protección como Bien de Interés Cultural. Existen elementos concretos del conjunto construido que tienen un interés artístico por sí mismo, como el arca principal, construida según proyecto casi en su totalidad y de gran solidez y en excelente estado de conservación. Destaca la portada principal con sillar con inscripción que recoge fecha de construcción: 1728.
El puente sobre el Guadalhorce es uno de los sectores más monumentales. Cuenta con cinco arcos pequeños, dos grandes y diez pilares. La técnica constructiva y la formalización de los arcos -- aun estando los pequeños cegados-- resultan de gran potencia formal.
El tramo del acueducto que discurre por la barriada de Zapata, en Alhaurín, es sin duda el de mayor monumentalidad "y, a pesar de que se encuentra en un estado de conservación deficiente supone un hito monumental incuestionable".