Se han seleccionado 4 de los 35 trabajos presentados al congreso, que acogió a más de 1.500 profesionales que trabajan en atención a víctimas
MÁLAGA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales ha hecho entrega este viernes en Málaga de los reconocimientos científicos del VII Congreso para el Estudio de la Violencia de contra las Mujeres, celebrado el pasado mes de octubre, y al que se remitieron hasta 35 trabajos científicos para dar a conocer los estudios que se están realizando en la materia. La valoración de los artículos ha sido realizada por un comité de 33 personas expertas en violencia de género y representantes de las diez universidades públicas andaluzas, que han premiado cuatro trabajos.
Así, según se indica en un comunicado, el primer premio se ha concedido al artículo 'El cuerpo femenino en la representación de identidades digitales: el caso de la influencer de Instagram Essena O'Neill', de la autora Paula Romero. En este sentido, la directora general de Violencia de Género, Ángeles Sepúlveda, quien ha participado este viernes en la entrega de dichos reconocimientos, ha destacado el interés de este trabajo para sensibilizar a profesionales y personas jóvenes sobre el papel del medio digital como "nueva herramienta para ejercer la violencia de género y la discriminación de las mujeres", por lo que ha resaltado su utilidad como material didáctico para el profesorado.
Junto a ello, Sepúlveda ha subrayado que Andalucía cuenta con el primer protocolo en España de detección e intervención en la atención a víctimas de ciberdelincuencia de género, una guía de actuación del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) para que los equipos profesionales sepan atender de manera adecuada a las víctimas que en algún momento del proceso de atención presentan síntomas de sufrir violencia de género a través de las TICs.
El segundo premio ha recaído en el trabajo 'La violencia simbólica de género en la arquitectura. El caso de Zaha Hadid', de Carmen Calama, que ahonda en el techo de cristal que domina en el ámbito de la arquitectura y las dificultades de las profesionales de este sector. El tercer premio se ha concedido a Lorena Tarriño y María Ángeles García-Carpintero por su estudio 'Malestar psicosomático y sintomatología depresiva en la violencia en el noviazgo', un estudio piloto en el ámbito educativo que demostró el vínculo entre la violencia en el noviazgo y el mayor riesgo de padecer depresión.
Finalmente, se ha otorgado una mención especial para el trabajo 'Programa de atención integral a mujeres en atención primaria', de Patricia Jarillo y Miguel Prieto, por promover buenas prácticas de atención a las víctimas en el ámbito sanitario.
Los estudios fueron difundidos a lo largo del VII Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres, un encuentro organizado por la Dirección General de Violencia de Género que permitió ofrecer formación especializada en materia de violencia de género a un total de 1.500 profesionales que trabajan en el ámbito de la atención a las víctimas (igualdad, asuntos sociales, salud, ámbito judicial,...). El congreso, celebrado en esta edición con el título 'Otras formas de violencia de género', abordó los tipos de violencia contra las mujeres que van más allá de las relaciones de pareja, y que en muchas ocasiones quedan enmascarados.
El congreso planteó la necesidad, en línea con la propuesta andaluza de Pacto de Estado para la Erradicación de la Violencia de Género, de reformar la Ley estatal contra la violencia de género para ampliar el concepto y adaptarlo a la legislación europea, tal y como se está trabajando en el borrador para la reforma de la ley andaluza.
En este sentido, la directora ha recordado este viernes que "Andalucía aborda de facto desde hace años esos otros tipos de violencia, atendiendo a las víctimas a través de diferentes programas, como el de atención jurídica y psicológica a víctimas de violencia sexual; el servicio de defensa legal para los casos de acoso sexual; los proyectos sociales para la erradicación de la prostitución y la trata con fines de explotación sexual; elaboración de la I Estrategia contra la Trata; o la red de servicios para hijas e hijos víctimas de violencia de género, entre otros".