MÁLAGA 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las unidades de trabajo social del Área Sanitaria Norte de Málaga-Antequera realizaron el año pasado un total de 805 intervenciones a personas en situación de especial vulnerabilidad.
Estas actuaciones se han llevado a cabo en distintos niveles asistenciales, como son hospitales, salud mental, centros sanitarios concertados, etcétera, en colaboración con instituciones sociales de la comunidad, tales como servicios sociales, de dependencia, centro de la mujer, equipos de absentismo escolar, equipos de tratamiento familiar, policías locales o protección civil.
También se han realizado en colaboración con casas de acogida de menores, de mujeres victimas de violencia de genero y de mujeres embarazadas, Cruz Roja, Caritas, comedor social, centro de refugiados, centros de apoyo penitenciario, asociaciones especificas como Corazones Solidarios, entre otras, han indicado desde la Junta de Andalucía.
Las personas con situación de especial vulnerabilidad objeto de esta coordinación sociosanitaria han sido principalmente mayores que viven solas o cuentan con escasa red social; personas con pluripatología, polimedicados con circunstancias personales o familiares de especial vulnerabilidad (cuidadores solos con personas dependientes o discapacitados a su cargo, situaciones de conflictividad familiar, etcétera.
También ha habido personas con malestar emocional previo por circunstancias personales o familiares; mujeres víctimas de violencia de género o con posibilidad de serlo; y personas con problemas de salud mental, han precisado desde el Gobierno andaluz a través de un comunicado.
La finalidad de la coordinación se ha orientado a ofrecer apoyo para mitigar situaciones de aislamiento social; realizar la localización y contacto con familiares; ofrecer apoyo emocional y orientación en situaciones personales y sociales que han requerido movilizar recursos sociosanitarios pertinentes y posibles; realizar el seguimiento de pacientes confinados para cubrir sus necesidades básicas y facilitar información sobre medidas de protección personal y social, según los protocolos establecidos.
También se ha pretendido proporcionar el acceso y uso de recursos básicos para confinamientos domiciliarios; ayudar para conseguir el acceso a programas de alimentación y de acceso a medicamentos; realizar el seguimiento social programado ante dificultades de imposibilidad de comunicación del domicilio con el exterior, por ausencia de medios de comunicación (teléfono); y ofrecer apoyo a la Unidad COVID del Área Sanitaria en localización de casos positivos y contactos estrechos en personas de riesgo social.
Las unidades de trabajo social tienen como objetivo colaborar en el estudio y tratamiento de los factores sociales que condicionan la salud individual, familiar y comunitaria, promoviendo la organización de la población en defensa de aquella, velando por la personalización y el respeto a la libertad y la autodeterminación de la ciudadanía en relación con la salud, teniendo sus acciones un carácter preferentemente preventivo y educativo.
La función del profesional de trabajo social en salud, como miembro de un equipo asistencial, es aportar la valoración social la persona y su entorno, establecer estrategias de intervención en la promoción y prevención de la salud y atender la problemática sociofamiliar de la persona enferma, familia o comunidad, articulando la coordinación socio sanitaria, cuando se requiera para garantizar una atención integral a la población.