SEVILLA 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes de los resultados del Ecobarómetro de Andalucía para el año 2022, elaborado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, en el que se extrae que ocho de cada diez andaluces perciben un "aumento" de los problemas ambientales y la incidencia del cambio climático en su entorno local y regional. El informe permite, con una periodicidad de entre tres y cuatro años, conocer las actitudes, valores y comportamiento de la población en lo que tiene que ver con la temática ambiental.
Según ha informado la Junta en nota de prensa, el estudio, que busca evaluar cómo la población andaluza percibe, comprende y se responsabiliza de la situación ambiental, concluye que el 83,9% de la población andaluza cree que es importante intervenir frente al cambio climático y que el 81,3% de los andaluces considera que sus hábitos de consumo y estilo de vida repercuten en el medio ambiente y en el desarrollo del cambio climático.
El Ecobarómetro para 2022, cuyos resultados quedarán integrados en la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam) y serán difundidos a la ciudadanía, ha valorado las respuestas de 3.019 encuestas realizadas de forma presencial entre julio y agosto de 2021.
De esta forma, según concluye el informe, las medidas de sensibilización son las acciones "mejor valoradas por la población", especialmente en lo relativo a la promoción de la educación ambiental, la difusión sobre el medio ambiente y la participación ciudadana en los procesos de gestión llevados a cabo. Todos estos aspectos apoyan la tesis de que ha mejorado el conocimiento de la población sobre la gestión que está realizando la Junta de Andalucía en esos ámbitos competenciales.
Más en concreto y respecto a la percepción ciudadana del medio ambiente, el Ecobarómetro para 2022 establece que la población andaluza vincula de forma mayoritaria el cambio climático a la contaminación, los cambios en el clima y el aumento de las temperaturas. Con respecto a las principales amenazas percibidas por los ciudadanos, estas varían en función del entorno.
A nivel mundial, las amenazas se concentran en el cambio climático y la contaminación atmosférica; a nivel regional, los problemas se perciben en lo que tiene que ver con el deterioro de playas y mares, la falta de agua y la contaminación; mientras que, a nivel local, los andaluces se preocupan más por la basura y la recogida de residuos sólidos urbanos, la suciedad de las calles y la contaminación del aire.
En lo relativo a la relación de la ciudadanía con la información sobre el medio ambiente, el estudio establece que la televisión sigue siendo la principal fuente de información medioambiental entre la población andaluza, aunque su relevancia ha disminuido a favor de Internet.
RECICLAJE Y AHORRO DE ENERGÍA Y AGUA
Por otra parte, y analizadas las prácticas proambientales más realizadas por la población andaluza, se concluye que las principales prácticas orientadas al cuidado medioambiental que realiza habitualmente la población andaluza están vinculadas principalmente al reciclaje, el ahorro de energía y agua, la movilidad sostenible y el consumo responsable, por este orden.
Asimismo, los principales factores que impulsan a los andaluces a desarrollar comportamientos proambientales se encuentran asociados al cuidado de la salud (62,4%) y a la preocupación por el legado a las nuevas generaciones (42,5%). Sin embargo, destaca un porcentaje importante (un 36,2%) que se encuentra más motivada por criterios económicos y ahorro de gasto, y otro porcentaje (un 35%) que alude orientarse hacia un comportamiento proambiental por motivos de responsabilidad.
Por último, y respecto a la percepción de la ciudadanía sobre la gestión ambiental, un 38% de la población encuestada considera que la gestión de la Junta de Andalucía en materia medioambiental "es buena o muy buena". Porcentaje que ha ido en aumento paulatino a lo largo de los años y nunca antes había sido mejor.
Hasta la fecha, las líneas de acción medioambiental más valoradas por la población son las relacionadas con el ámbito de la sensibilización y educación ambiental, así como la difusión de información y la participación ciudadana, seguida de la gestión del agua, los incendios forestales y la conservación de la naturaleza.