SEVILLA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Agricultura y Alimentación de la Junta de Andalucía, Rafael Peral, ha resaltado el "reto demográfico" como uno de los principales desafíos del sector agroalimentario, ya que las proyecciones de crecimiento mundial de la población reflejan una "situación compleja en el futuro".
Peral ha hecho estas declaraciones durante su intervención en el acto inaugural del foro agroalimentario 'La agricultura ante los retos de la alimentación y el cambio climático', que ha contado también con la participación de la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Carmen Castreño, y ha estado organizado por Rull y Zalba Abogados y Emprendimiento 2015.
El representante de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha explicado que, según las previsiones, "en 2050 habrá 9.000 millones" de habitantes en el planeta que "tienen derecho a una alimentación digna y es nuestro deber procurarla". Analizando esta circunstancia desde un punto de vista comercial, ha destacado el hecho de que "cada vez existirá una mayor población con poder adquisitivo más elevado y que reclamarán más cantidad y más calidad".
Así, Peral ha comentado que estas personas "se concentrarán en ciertas zonas del mundo" y "competirán por determinados alimentos, generando nuevos flujos y por tanto precios más elevados a los actuales".
A estas condiciones sociales y comerciales, según ha apuntado el secretario, hay que sumar "la limitación existente" en cuanto al suelo agrario y el agua, por lo que será necesario "producir más, pero no de cualquier forma", porque "en estos momento nos estamos endeudando con el planeta", ha apuntado. "Estamos pidiendo prestado a las generaciones venideras los recursos que les corresponderían a ellos, por lo que debemos producir más con menos recursos", ha afirmado Peral, que apuesta por "intensificar la agricultura haciéndola más sostenible".
INNOVACIÓN, TECNOLOGÍA Y SENSIBILIZACIÓN
Para lograr este objetivo final, el representante de la Junta de Andalucía ha abogado por "la innovación, la tecnología y la sensibilización como principales herramientas de trabajo". En cuanto a la sensibilización, El secretario ha explicado que la sociedad debe tender a "producir y demandar sólo aquello que necesitamos", acabando con el alto desperdicio alimentario que actualmente se produce en el mundo.
La futura Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía recoge entre sus medidas la obligación, previo desarrollo reglamentario, de reducir los excedentes, desperdicios y desechos de alimentos por parte de los productores y comercializadores, una necesidad que también debe trasladarse al consumidor.
Con respecto a la innovación, Peral ha afirmado que "debe permitirnos repensar los modelos productivos actuales y conseguir que el sector agroalimentario se adapte a lo que viene". Para contribuir a esta adaptación, la Junta de Andalucía cuenta con apoyos a Grupos Operativos de Innovación para proyectos colaborativos, a través de la Consejería de Agricultura, y líneas de ayudas individuales para empresas que gestiona la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (Idea), dependiente de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio.
Por último, el secretario Agricultura ha aseverado que la tecnología "debe permitirnos diversos avances como producir más con menos recursos" y "hacerlo a un precio que los consumidores puedan pagar, contar con los alimentos en el lugar y en el momento en que se necesitan, o verificar la seguridad y calidad de los productos que se encuentran en el mercado". El Gobierno andaluz cuenta con incentivos específicos de incorporación de tecnología al sector agroalimentario.
CAMBIO CLIMÁTICO
Peral ha resaltado el trabajo de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en el Anteproyecto de Ley Andaluza de Cambio Climático, otra cuestión "que afecta al sector agroalimentario del futuro". Peral ha explicado que "se trata de una normativa transversal que integra todas las actividades económicas y que dispone el diseño del Plan Andaluz de Acción por el Clima".
Además, ha avanzado que la Consejería de Agricultura "ha comenzado ya los trabajos previos para desarrollar su plan sectorial", en el que se contemplarán acciones destinadas a la reducción de las emisiones procedentes, entre otras fuentes, de la gestión de estiércoles, de la fertilización nitrogenada y de los arrozales. Asimismo, esta planificación del ámbito agrario incluirá también medidas dirigidas a la conservación y aumento de la biomasa aérea y el carbono orgánico en el suelo.