SEVILLA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Justicia alemana ha dado la razón a dos empresas agrícolas andaluzas de productos ecológicos, a las que el Gobierno de Hamburgo (Alemania) deberá indemnizar por los daños causados al haber sido acusadas "injustamente" en 2011 como origen del brote de la bacteria 'e-coli' que causó 56 muertos en el país germano, lo que se conoció como la 'crisis del pepino'.
De esta forma, las empresas de productos ecológicos, la almeriense Hortícola Costa de Almería y la malagueña Frunet Bio, deberán recibir indemnizaciones por los daños causados, ya que inicialmente fueron acusadas "injustamente" en 2011 como origen del brote de la bacteria 'e-coli', que causó 56 muertos en el país germano.
Tras estas acusaciones, y tras demostrarse que los pepinos que comercializan no habían sido los portadores de la 'e-coli', ambas empresas se querellaron contra el Gobierno de Hamburgo por los perjuicios causados. Ahora, seis años después, la Justicia alemana ha dado la razón a estas empresas de productos ecológicos. De esta forma, según ha adelantado 'El País', la Justicia alemana "obliga ahora a la ciudad a firmar un acuerdo mediante el cual su Gobierno se compromete a pagar una suma que no ha sido revelada pero que, al parecer, es de seis dígitos".
Tras esta decisión judicial, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha felicitado por carta a estas dos empresas hortofrutícolas andaluzas.
Para el representante del Gobierno andaluz, la decisión del tribunal alemán supone, "más allá de la indemnización, un reconocimiento y una satisfacción, ya que se trató de una acusación infundada e injusta", como demuestra la sentencia. "De esta forma, no sólo se limpia el buen nombre de estas dos empresas, sino de todo el sector productor andaluz".
Según indica el consejero en una nota, "esta sentencia supone el cierre de la peor crisis que ha vivido el sector hortícola español, que provocó fuertes pérdidas". Concretamente, ha recordado Sánchez Haro, el efecto de la crisis de la 'e-coli' provocó una caída en las exportaciones andaluzas de frutas y hortalizas a Alemania, especialmente durante los meses de junio y julio de 2011, cuando alcanzaron valores de un 15 por ciento y un 31 por ciento menores que los respectivos meses de 2010.
La Junta ha recordado que la alarma generada "obligó a la Unión Europea a movilizar más de 200 millones de euros en ayudas para los productores europeos, que se destinaron a la retirada de productos y a actuaciones de promoción".
La Consejería de Agricultura, por su parte, realizó más de 2.000 controles sobre el terreno y abonó 33 millones de euros en compensaciones a los agricultores andaluces. Finalmente, gracias al esfuerzo de empresas y en general de toda la sociedad, que recuperó rápidamente la confianza en los productos andaluces, las exportaciones se recuperaron a muy corto plazo.
El titular andaluz de Agricultura ha recalcado que esta situación "sirvió para demostrar el buen funcionamiento del sistema de trazabilidad en Andalucía, ya que en menos de 24 horas se habían localizado los productores de los pepinos sospechosos y se habían tomado muestras para analizar durante el fin de semana en nuestro laboratorio agroalimentario de Atarfe". "Después, en el laboratorio de referencia de Santiago de Compostela, se confirmó que las muestras no tenían la cepa de 'e-coli' que había desatado la alarma", ha añadido.
Para Sánchez Haro, "la reputación y la confianza es algo que cuesta mucho construir y una alerta infundada puede destruirla en pocas horas".
Ha recordado que las declaraciones de Cornelia Prüfer-Storcks, responsable de sanidad de Hamburgo, "fueron precipitadas, profundamente desacertadas y provocaron una gran injusticia en Andalucía, por lo que hay que ser muy responsable con la información y mejorar el sistema de alerta para evitar perjuicios por acusaciones infundadas o intereses comerciales", ha subrayado.