SEVILLA 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, han participado este miércoles en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo Centro de Atención Infantil Temprana (CAIT) 'Cristo del Buen Fin', que se ubica en el número 31 de la calle San Vicente, en el antiguo convento franciscano de San Antonio de Padua, y que prevé abrir en septiembre, ofreciendo unas instalaciones mejores y más amplias a los más de 350 niños que actualmente atiende.
El acto ha contado también con la participación del hermano mayor del Buen Fin, José Luis Foronda; el director del centro, Javier Vega; el director territorial en Andalucía Occidental de CaixaBank, Rafael Herrador, y el director de Acción Social de la Fundación Cajasol, Luis Miguel Pons; así como varios concejales de PSOE, PP y Cs e, incluso, el exalcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín.
En este marco, Aquilino Alonso ha reconocido la labor de quienes llevan más de 30 años trabajando con un centro "que se ha ido adaptando a los nuevos tiempos" y que se ha convertido en el segundo con más actividad a nivel andaluz. Con las nuevas instalaciones, el centro "cumplirá con todos los criterios de calidad, siendo ya un centro modelo con unos profesionales con buenos resultados" y garantizar "una atención temprana de calidad para que los pequeños puedan desarrollar sus máximas capacidades".
Ha dejado claro que la atención temprana es "una prioridad para la Junta, garantizando la estabilidad presupuestaria para las entidades que realizan un trabajo continuo al respecto". Así, ha resaltado que el nuevo CAIT ampliará las prestaciones y se adaptará a los incrementos tanto de menores atendidos como de sesiones, tras recordar que la Junta destina 345.000 euros para atender a un total de 320 niños y realizar en torno a 19.200 sesiones de una hora de duración.
El futuro CAIT dispondrá de diez salas de tratamiento, el doble de las que hay actualmente, una estancia para trabajar la psicomotricidad, un espacio que dedicarán a la formación de los padres, además de las habituales salas de espera y la recepción. El nuevo espacio permitirá disponer de una superficie de 450 metros cuadrados, cuatro veces mayor que la actual, distribuidos en tres plantas, lo que permitirá adecuar los horarios y poder atender a más menores con necesidad de atención temprana.
Espadas destaca unas instalaciones que se convertirán en centro de referencia en estimulación precoz, poniéndolo como ejemplo "de lo que se consigue cuando se trabaja juntos". "Las hermandades son mucho más de lo que algunos piensan, constituyéndose como corazón y motor de nosotros mismos y procurando réditos muy positivos para Sevilla. Sevilla tiene una enorme suerte de tenerlas por su relevante función social", subraya.
Tras mencionar el reconocimiento al Buen Fin en las medallas de la ciudad, se muestra esperanzado en que "todas las vicisitudes que se han pasado quedarán en el olvido cuando pueda abrir el nuevo centro".
MÁS DE 2.000 FAMILIAS ATENDIDAS
Foronda ha señalado que "ha sido un largo camino desde hace 35 años, no exento de obstáculos" destinado a dar a poyo a "quienes no podían ir a tratamientos privados". "Es nuestro granito de arena para la integración de estos jóvenes", subraya, recordando que en el centro se han atendido ya a más de 2.000 familias.
En esta línea, Vega advierte de la "necesidad acuciante" de instalaciones al haberse quedado pequeñas las actuales y no reunir las condiciones suficientes para poder impulsar estos tratamientos. Manifiesta que el convento tendrá "el mejor uso posible" y llama la atención sobre que en el proceso ha habido "muchos momentos de luz y de esperanza", pero también se ha vivido un "calvario", donde la "llave para abrir las puertas" ha sido Espadas, según subraya.
Al hilo de ello, Herrador ha reconocido el trabajo del Consejo de Hermandades, "que ayuda durante todo el año" y destaca que La Caixa pone su "especial atención" en los colectivos vulnerables, dando las gracias al Buen Fin por permitir participar en este proyecto. Una idea que ha sido refrendada por Pons, quien ha valorado el "gran esfuerzo" de la Hermandad, con la que colabora desde hace años, tras incidir en que transformar este centro será "difícil pero posible".
AULAS DE TRATAMIENTO Y DE FORMACIÓN
El centro, que duplica salas y multiplica por cuatro veces el espacio actual, contará con aulas de tratamiento completamente equipadas con mesas bajas para actividades manuales de los menores, puntos de trabajo con equipos informáticos, entre otros, mientras que el aula de psicomotricidad tendrá barras paralelas, pendientes y escalones.
Además, la sala de formación significa un importante avance, puesto que permitirá organizar cursos de formación para terapeutas y reuniones para orientación de los padres. Asimismo, se instalará una completa red informática para la intercomunicación, cita de usuarios y tratamiento de los menores con la utilización de programas interactivos, entre otros.
En el Centro de Estimulación Precoz Cristo de Buen Fin trabajan 12 profesionales titulados, diez de ellos especialistas en Psicología y Estimulación Precoz, uno en Fisioterapia y uno en Logopedia. Además, hay cinco voluntarios y cuatro vocales de la hermandad que trabajan de forma altruista en la gestión del centro.
APUESTA POR LA ATENCIÓN TEMPRANA
Tal como ha señalado Alonso, con el nuevo Decreto 85/2016 de 26 de abril, que regula el modelo de Atención Temprana en Andalucía, la Junta de Andalucía ha materializado su apuesta por esta prestación pública. De esta forma, se "garantiza atender a más menores, reducir tiempos de espera y aumentar el número de centros y sesiones", según informa la Junta en un comunicado, donde añade que se prevé atender a 3.200 más que antes de la aprobación de dicha norma.
Explica que este aumento de recursos está permitiendo reducir el tiempo de respuesta para que los menores reciban los cuidados en el plazo más breve posible desde la detección de sus necesidades. Asimismo, se han establecido diferentes niveles de intensidad adaptados a cada plan de tratamiento. En su conjunto, el nuevo modelo ha supuesto ampliar tanto el tiempo de las sesiones (de 45 a 60 minutos) como el número de ellas, pasando de 53.200 sesiones al mes de 45 minutos a 70.827 sesiones de una hora, lo que se traduce en un incremento del 33 por ciento.
El decreto por el que se amplía y refuerza la asistencia a los menores de cero a seis años con trastornos del desarrollo o riesgo de padecerlos, es "una norma que garantiza los principios de universalidad, gratuidad y equidad en la prestación, a la vez que favorece la descentralización y la calidad con unos servicios próximos al domicilio familiar, accesibles y organizados en relación a las necesidades de los menores y sus familias". Su desarrollo supondrá triplicar los recursos económicos de la prestación de 2016 hasta alcanzar los 33 millones en 2019.
"La norma es una de las más avanzadas a nivel nacional en cuanto a su contenido, incorporando, entre otras novedades, el establecimiento de un tiempo máximo de respuesta de 30 días para la misma y la creación de unidades de atención temprana", señala. El nuevo modelo de Atención Temprana, bien en su modalidad de acuerdo marco o convenio de colaboración, permite realizar los pagos mensualmente, y según se van validando las facturas presentadas, con el correspondiente beneficio de liquidez que conlleva para dichas entidades.
"Por tanto, se ha ganado en transparencia y ha clarificado la relación contractual, según han reconocido las propias entidades del sector", añade. El decreto incluye la exigencia del cumplimiento de una serie de estándares en los procesos asistenciales, apoyados en la mayor evidencia científica disponible, además de incorporar medidas para fomentar la investigación y mejorar el conocimiento de los profesionales implicados.