SEVILLA 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno ha acordado este martes inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico, el Real de la Almadraba de Nueva Umbría, en Lepe (Huelva). Los restos de este complejo dedicado a la pesca del atún rojo, que permaneció activo hasta 1963, constituyen uno de los mejores testimonios del sistema productivo almadrabero del litoral atlántico andaluz.
Situado en el Paraje Natural de las Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, el Real fue construido por el Consorcio Nacional Almadrabero para albergar a los trabajadores y mandos durante la temporada de capturas, que se iniciaba en febrero con las tareas preparatorias y concluía en septiembre con el desmontaje y los trabajos de protección del material.
El bien delimitado abarca tanto las instalaciones del Consorcio
(el denominado 'Real Nuevo') como las que albergaron la carpintería de ribera aprovechando otro complejo cercano conocido como 'Real Viejo' o 'Casas de Carranza', así como el camino que comunica ambos recintos. El régimen de protección incluye un catálogo de actividades permitidas y prohibidas que completan las de tipo medioambiental que ya rigen para el paraje natural en el que se ubica.
El complejo de Nueva Umbría se organiza de modo casi militar (la etimología de 'real' es la voz árabe 'rahál', campamento) en torno a tres áreas: la de trabajo y almacenamiento, la administrativa y la residencial y de servicios. El primero de estos espacios se destinaba básicamente al almacenamiento, mantenimiento y reparación del arte y los pertrechos, así como al embarcadero de la ribera del Piedras, de donde partían las naves hacia la almadraba.
Está integrado por una nave; un edificio para la fabricación del alquitrán que conservaba el material de la almadraba; un escurridero donde se realizaba esta labor de alquitranado, y zonas sin edificar para otros trabajos.
El procesado se realizaba fuera del Real, en las cercanas industrias de Ayamonte e Isla Cristina.
El área de habitación constaba de once barracones, de los que nueve se conservan. Se trata de bloques de viviendas de planta rectangular y desarrollo longitudinal, que albergaban a los almadraberos y sus familias, además de servicios como la barbería, la escuela o el botiquín.
El conjunto refleja la jerarquización y estratificación social del sistema productivo de la pesca del atún, con edificaciones diferenciadas según las distintas categorías de trabajadores y una 'Casa de los Solteros' para los inmigrantes temporeros que venían de otras zonas españolas, principalmente de Valencia.
Finalmente, en el área administrativa se situaba la 'Casa del Capitán' o arráez de la almadraba, uno de los edificios más nobles del conjunto. Dividida entre vivienda y oficinas, se sitúa en una posición estratégica y cuenta con una torre vigía que permite el control visual sobre la ría, el resto del Real y las propias instalaciones pesqueras caladas frente a la costa oceánica de la flecha de El Rompido.