Publicado 20/10/2024 10:22

Consumo recomienda valorar "profesorado, experiencia, títulos y certificados" al elegir academia de idiomas

Academias de diomas
Academias de diomas - JUNTA DE ANDALUCÍA

SEVILLA 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha destacado una serie de recomendaciones que deben tener en cuenta las personas consumidoras y usuarias que estén interesadas en acudir a una academia o centro de aprendizaje de idiomas.

La contratación de esta formación puede responder a que la persona consumidora desee iniciarse en un idioma o profundizar en el conocimiento del mismo, según una nota de la Junta.

Se añade que, dejando aparte las titulaciones de las escuelas oficiales de idiomas, para el resto de acreditaciones, cada organismo (universidades o centros de estudios) establece la relación de certificados de los diferentes organismos que considera equivalentes a cada uno de los niveles de competencias que establece el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER).

El MCER recoge los diferentes requisitos para cada nivel de competencias --seis subniveles desde el A1 al C2, y niveles 'básico', 'independiente' y 'competente' según la comprensión auditiva, la comprensión de lectura, la interacción oral, la expresión oral y el nivel de escritura--.

Los centros que imparten enseñanzas no oficiales y que publicitan la obtención de titulaciones extranjeras están obligados a tener un convenio con la entidad extranjera para poder expedir dicha certificación, según ha recordado la Junta.

Ha añadido que si bien algunos de estos certificados gozan de amplio prestigio, en principio carecen de reconocimiento directo en España, y son reconocidos a nivel individual por cada entidad.

Desde la Dirección General de Consumo también se advierte a las personas consumidoras de la proliferación de escuelas y plataformas online que ofrecen precios muy competitivos, a veces desorbitadamente bajos.

Estos centros, por norma general, "pueden no ofrecer elementos esenciales como certificaciones o titulaciones de idiomas reconocidas por organismos internacionales y universidades o una formación adecuada del profesorado, traduciéndose en una formación de muy escasa calidad", según ha indicado.

Además, un gran número de estas escuelas online ni siquiera está radicado en España, suponiendo una desventaja para las personas usuarias, al no estar amparadas por la normativa de consumo española, y no ofrecer una correcta atención al alumnado, ni a sus derechos como personas consumidoras, según la Junta.

En este sentido, Consumo recomienda máxima cautela en estos casos, y por ello se pueden ofrecer una serie de consejos esenciales para asegurarnos de que la academia o escuela ofrece garantías, tales como la experiencia o el tiempo que el centro desarrolla la actividad, los niveles de idiomas que ofrece, las titulaciones o el perfil del profesorado y la experiencia docente del mismo.

Según la Junta, lo importante en el profesorado es que esté capacitado para impartir la enseñanza del idioma en cuestión, y es fundamental conocer si el centro ofrece exámenes con validez a nivel europeo e internacional, con vistas a la solicitud de becas como la Erasmus.

Señala que hay tener claros nuestros objetivos antes de elegir la formación, ya que existen diferentes vías de formación, como cursos extensivos, cursos intensivos, presenciales, modalidad online, en grupos, individualizados o dirigidos a empresas.

Es conveniente que el centro realice una prueba de nivel escrita y oral antes de acceder a un curso.

Según Consumo, una señal para desconfiar del centro es que prometa alcanzar un determinado nivel en un número desproporcionadamente bajo de horas. Hay que valorar además otros aspectos muy importantes como las instalaciones, el confort, el equipamiento tecnológico-informático, la conexión a internet, y la metodología de aprendizaje (teoría, práctica, participación del alumnado, clases de conversación).

Además, Consumo señala que hay que informarse de qué certificados podemos obtener, y cerciorarnos de que título haga mención a los criterios del MCER. También hay que comprobar si se trata de un centro solo preparador o también examinador --lo que obliga al centro a poseer su número de registro--, y atender a la programación, conociendo, por ejemplo, si se da continuidad de los distintos niveles o del aprendizaje.

La Dirección General de Consumo recalca la importancia de estudiar el contrato antes de firmarlo. Los precios que deben aparecer en el contrato han de ser finales (impuestos incluidos), y debe indicar el precio por matrícula y por las mensualidades, pudiendo contemplar, en su caso, la financiación de los estudios, siendo igualmente importante que nos faciliten recibo por cada pago que se vaya efectuando.

Para mayores garantías, se aconseja elegir un centro que esté adherido al Sistema Arbitral de Consumo.

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