SEVILLA 19 May. (EUROPA PRESS) -
El campo andaluz está apostando por el cultivo de las tierras que estaban en barbecho como medida para mejorar su rentabilidad y hacer frente a las dificultades derivadas, entre otras cuestiones, de la guerra de Ucrania y del alza de los costes de producción. En concreto, en Andalucía se ha puesto ya en producción alrededor de 35.740 hectáreas (53%) de las 66.000 hectáreas que, en base a los criterios de la Política Agraria Común (PAC), se consideraban de interés ecológico y, por tanto, debían quedar en barbecho para que los titulares de las explotaciones pudieran acceder a las ayudas europeas. De esta superficie, más de 25.800 hectáreas se corresponden con girasol y el resto con diversos cereales.
Por provincias, en Almería se están cultivando 122 hectáreas de interés ecológico que estaban en barbecho para poder acceder a las subvenciones de la PAC; en Cádiz, alrededor de 8.800 hectáreas, de las que cerca de 6.700 hectáreas se corresponden con girasol; en Córdoba, 4.660 hectáreas (3.700 de girasol); en Granada, 720 hectáreas (casi 100 de girasol); en Huelva, alrededor de 1.230 hectáreas (cerca de 900 de girasol); en Jaén, 637 hectáreas (216 de girasol); en Málaga, casi 775 hectáreas (405 de girasol); y en Sevilla, 18.816 hectáreas (13.825 de girasol).
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha valorado a través de un comunicado "el gran esfuerzo que están realizando los agricultores y ganaderos andaluces en los últimos años para seguir llevando a los mercados alimentos saludables con gran calidad y sabor a pesar de las complicadas circunstancias", y ha apuntado la necesidad de seguir apoyando a "un sector fundamental para la economía de Andalucía, ya que tiene una gran capacidad para generar riqueza y empleo y fijar la población a las zonas rurales".
Al respecto, Crespo ha apuntado que ayer, durante su participación en la reunión del Consejo Consultivo de Política Agrícola para Asuntos Comunitarios, solicitó al Ministerio que interceda ante las instituciones europeas para que en 2023 se continúe eximiendo a los agricultores de la obligatoriedad de mantener ciertas tierras en barbecho para poder cobrar las ayudas de la PAC, como se ha aprobado para el año 2022.
"La puesta en producción de estos campos puede contribuir en gran medida a avanzar hacia la necesaria suficiencia alimentaria de Europa", ha comentado la consejera andaluza, que también ha abogado por la activación de incentivos que "animen a los agricultores a aprovechar las cerca de 300.000 hectáreas que, por un motivo u otro, aún se encuentran sin cultivar en Andalucía".
En esta reunión a nivel nacional, Crespo insistió también en la necesidad de solicitar a la Comisión Europea que establezca subvenciones similares a las activadas con motivo de la Covid-19 que, en este caso, ayuden a mitigar el impacto que tiene en el sector primario el alza de los costes de producción y la guerra de Ucrania.
Asimismo, la responsable de Agricultura reiteró que la mejor manera de ayudar al sector agrario es reduciendo los impuestos, una medida a la que también debería sumarse la doble tarifa eléctrica y el aplazamiento de la aplicación de la nueva PAC hasta que se resuelvan todas las alegaciones presentadas al Plan Estratégico Nacional que ha presentado el Ministerio, entre las que ha resaltado la ampliación del número de ecoesquemas.
"De esta forma, se podrá evitar que la PAC se convierta en una traba más para unos productores que ya deben enfrentar grandes desafíos", ha subrayado.