ARAHAL (SEVILLA), 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla ha condenado este lunes de forma "contundente" la agresión física y verbal recibida el pasado día de Reyes a las 18,00 horas por un médico en el centro de salud de la localidad de Arahal (Sevilla). El presunto agresor, que fue detenido por la Guardia Civil, intentó atropellarlo, empotrándose posteriormente contra una de las columnas del ambulatorio.
Los sanitarios del centro fueron alertados por algunos pacientes que acudieron a Urgencias de que una persona que se encontraba en el exterior e inmediaciones del aparcamiento necesitaba ayuda. "Tras salir a socorrerlo y atenderlo de forma inmediata en el interior del centro de salud, éste inició una actitud violenta arrojándole una botella de agua al médico y ensañándose contra el mobiliario, paredes y ventanas, abandonando el edificio", según el relato de la Junta en una nota de prensa.
El médico se interesó por él y salió a la puerta de Urgencias, donde tuvo un intento de atropello por el propio agresor que se empotró en las columnas del edificio. Este centro activó el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones del Servicio Andaluz de Salud tras detectar este episodio de violencia en sus instalaciones, acudiendo efectivos de la Guardia Civil, que detuvieron al agresor.
El profesional ha recibido el apoyo desde la dirección del centro de salud como también asistencia jurídica, ambos integrados en el programa especial de acompañamiento, asesoramiento y apoyo al profesional afectado que contempla este plan. Por su parte, el equipo directivo de este área sanitaria y los profesionales de este centro desean mostrar su apoyo al profesional afectado, víctima de este denigrante episodio en el ejercicio de su labor, condenando cualquier tipo de violencia, tanto física como verbal, dentro o fuera de un centro sanitario.
La Junta de Andalucía ha recordado que la agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios en el ejercicio de su función pública asistencial es considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, dictándose sentencias que conllevan el castigo a los agresores con penas de prisión.