SEVILLA 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Consumo de la Junta se ha sumado a la celebración de la Semana Europea de la Reducción de Residuos (EWWR 2024) para "sensibilizar a las personas consumidoras y usuarias de Andalucía sobre la importancia de promover una gestión sostenible de los recursos y residuos". Se trata de una campaña a nivel europeo, que este año se celebra del 16 al 24 de noviembre, y que incide en el desperdicio de alimentos, bajo el lema 'Food waste is out of taste' (El desperdicio de alimentos es de mal gusto).
Cada año, los países de la UE "producen más de 59,2 millones de toneladas de desperdicio alimentario", una media de 132 kilogramo por habitante, y "más de la mitad de estos desperdicios proviene de los hogares". La Dirección General de Consumo se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, ---en concreto a través del ODS 12---. "Como personas consumidoras, se puede contribuir a este objetivo de minimizar el desperdicio de alimentos mediante sencillos gestos, como por ejemplo planificar el menú semanal, evitando las improvisaciones".
Además, cuando se acuda al mercado, "se puede elaborar una lista de la compra de los productos alimenticios que realmente se necesiten". Otro modo de reducir el desperdicio de alimentos es "acudir a los establecimientos con una mayor frecuencia haciendo pequeñas compras, en lugar de pocas veces haciendo compras masivas". Para saber qué comprar, es aconsejable "revisar regularmente la despensa, la nevera y el congelador para comprobar los productos que empiezan a escasear y de los cuales se tienen existencias".
El etiquetado de los alimentos tiene una gran importancia, en especial atendiendo a las fechas de caducidad y de consumo preferente. El etiquetado también proporciona información útil sobre las condiciones de mantenimiento, de conservación y de elaboración de productos alimenticios. "Ayuda a reducir el desperdicio de alimentos, y también de residuos, si preferentemente se eligen productos a granel, evitando en la medida de lo posible, los envasados".
Para la correcta conservación en el frigorífico, los alimentos crudos que necesitan más frío, como carnes y pescados, deben colocarse en la zona más cercana al congelador, mientras que la más alejada podría ser ocupada por los productos lácteos y huevos.
La zona restante "puede destinarse a alimentos ya cocinados y productos listos para el consumo". Los cajones del frigorífico son para las frutas, verduras y hortalizas. Las sobras "deben mantenerse en envases o recipientes con cierre hermético". El electrodoméstico debe ser limpiado periódicamente para "evitar la proliferación de gérmenes". Asimismo, "se debe pensar en el máximo aprovechamiento de los alimentos".
Por ejemplo, a la hora de cocinar, es aconsejable "preparar las raciones adecuadas, para evitar deshacernos de comida que no se aproveche". Si se acude a un bar o restaurante y sobrara comida, "se puede solicitar que la preparen para que se llevé a casa". De esta forma, "se evita que la comida se desperdicie de manera innecesaria".