SEVILLA 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha participado en la clausura de la jornada en la que se ha presentado y hecho entrega del certificado de la huella de carbono del cultivo del arroz en Andalucía, donde ha dado la enhorabuena al sector por "haber apostado, desde hace mucho tiempo, por la sostenibilidad", y ha abogado por "visibilizarlo".
"Son muchas las personas que a día de hoy aún desconocen que el 95% de este cultivo está en producción integrada y es, por tanto, sostenible, característica de gran interés especialmente en una época de sequía tan dura como la que estamos atravesando", ha indicado la consejera durante su intervención en la clausura de la jornada.
El estudio realizado para calcular este índice ambiental, que ha contado con el apoyo de la Consejería de Agricultura, apunta que un kilogramo de arroz blanco comercializado y cultivado en Andalucía en producción integrada tiene una huella de carbono de 0,76 kilos de CO2 equivalente.
Al respecto, Crespo ha explicado que se trata de un volumen bajo teniendo en cuenta la cantidad de dióxido de carbono que se podrían alcanzar con otros métodos de producción aunque, como se recoge en el informe, "aún existe una oportunidad de reducir aún más la huella de carbono". A modo de ejemplo, ha comentado que la reducción del número de días de inundación del cultivo podría permitir un descenso de este índice hasta en un 11%.
Además de la consejera, también han intervenido en la jornada, entre otras personas, el director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Eduardo Vera; y el viceconsejero de Agricultura, Vicente Pérez.
En su discurso, la titular de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha subrayado que la "vinculación del cultivo arrocero con la sostenibilidad" radica también en que estos campos, ubicados mayoritariamente en el entorno de Doñana, tienen un importante papel en la conservación de la biodiversidad porque sirven de "refugio para la avifauna" de la zona.
Para la responsable de Agricultura, "el sector del arroz de Andalucía está dando pasos de gigante en sostenibilidad y ahora, en un momento complicado de sequía, debemos trabajar para que la sociedad sea consciente de ello". "Debemos caminar juntos en momentos difíciles como el actual porque es precisamente en estas crisis cuando tenemos que buscar las oportunidades", ha afirmado.
IMPACTO DE LA SEQUÍA EN EL ARROZ
La consejera ha detallado que los cultivos de arroz de Andalucía ocupan, en campañas normales, alrededor de 38.000 hectáreas pero la sequía que sufre actualmente la Península Ibérica ha provocado que la superficie sembrada este año se haya reducido hasta las 1.950 hectáreas. Esta extensión, como es habitual, se encuentran prácticamente en su totalidad (más del 90%) en terrenos que forman parte de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir que gestiona el Gobierno central.
La escasez de recursos hídricos está afectando especialmente a los productores de arroz andaluces, a los que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha concedido una dotación de agua de 1.183 metros cúbicos/hectárea que supone una décima parte de las necesidades hídricas habituales del sector. En el caso de la comarca de La Janda gaditana, el agua disponible para el riego del arroz ronda el 15% de las necesidades habituales.
Durante su intervención, Crespo ha recordado que, ante la compleja situación a la que está haciendo frente el sector, en Andalucía se han "flexibilizado al máximo" las ayudas agroambientales a las que pueden acogerse los arroceros. Entre otras excepciones aprobadas destaca que no se impondrán penalizaciones a los productores con una superficie comprometida de más de 30 hectáreas que, debido a la sequía, no puedan cumplir con la obligación de inundar en mosaico hasta el día 15 de diciembre al menos un tercio de la extensión a la que se aplica la subvención.
Además, como ha explicado la consejera, en la comunidad autónoma andaluza tampoco se penalizará a aquellos agricultores que no nivelen con láser la totalidad de la superficie comprometida, siempre y cuando realicen esta práctica, por lo menos, en la extensión sembrada de arroz.
Además, las reivindicaciones impulsadas desde Andalucía han conseguido, por un lado, que los productores de arroz cuenten con una nueva ayuda agroambiental más adaptada a las necesidades actuales del cultivo; y por otro lado, que se establezca un ecorregimen específico en la nueva Política Agraria Común (PAC) para el sector arrocero que contempla su importante contribución a la conservación de la biodiversidad.
En cuanto a las próximas campañas, Crespo ha hecho hincapié en que una "zona especialmente afectada por el cambio climático como Andalucía debe prepararse para el futuro con el fin de aprovechar las posibilidades adicionales que se puedan encontrar". "Es preciso implantar todas las tecnologías que tengamos a nuestro alcance para abordar una sequía que ha llegado para quedarse", ha añadido la consejera, reiterando su oferta para "trabajar conjuntamente con otras instituciones" con el fin de dar respuesta a las necesidades de los andaluces.
SECTOR ARROCERO ANDALUZ
Sevilla concentra el 93% de la producción de arroz de Andalucía y las Marismas del Guadalquivir superan este año las 1.900 hectáreas cultivadas. Le siguen territorios de menor tamaño ubicados en las provincias de Cádiz (La Janda, con 667 hectáreas), Huelva (67 hectáreas) y Córdoba (26 hectáreas). Al respecto, la consejera ha destacado que, en año sin incidencias climáticas, "la superficie sembrada de arroz en la comunidad autónoma andaluza supone alrededor del 33% del total de España".
En las campañas sin circunstancias excepcionales como la sequía actual, el rendimiento medio del cultivo en Andalucía suele rondar los 9.000 kilos de arroz por hectárea; y se pueden superar las 330.000 toneladas, volumen que supone el 50% del arroz de España y el 15% de Europa.
Por último, como ha subrayado la titular del ramo, destaca también la importancia de la industria arrocera andaluza, que en una campaña normal reúne aproximadamente 4.300 empleos y alcanza unas ventas que rondan los 600 millones de euros.