SEVILLA 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía ha alertado del deterioro de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos y apunta que esa pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos "al limitar sus posibilidades de consumo e inversión, puede suponer un freno a la evolución la demanda interna y al crecimiento económico".
En una nota, la Junta ha recordado que el Índice de Precios de Consumo (IPC) en el mes de febrero en Andalucía bajó un 0,4 por ciento respecto al mes anterior, lo mismo que en el conjunto de España. Tanto este dato, como en términos interanuales, la tasa de inflación de Andalucía se sitúa en el tres por ciento, "igual a la tasa nacional y la registrada en enero".
De la evolución de los precios en Andalucía, respecto al mes anterior, "sobresalen los descensos de precios en vivienda, debido al descenso en electricidad, gas y otros combustibles; y vestido y calzado, como consecuencia de las últimas rebajas del final de la temporada de invierno". En sentido contrario, "destacan los aumentos en hoteles, cafés y restaurantes, principalmente por los servicios de alojamiento; y comunicaciones, consecuencia del aumento de precios de los servicios de telefonía y fax".
En comparación con febrero de 2016, las mayores subidas de precios se dan en los grupos de transporte, explicado por el aumento del precio de los carburantes y combustibles; y vivienda, principalmente debido al incremento del precio de la electricidad, el gas y otros combustibles. En el lado opuesto, sólo uno de los doce grupos de bienes y servicios del IPC registró descenso interanual, el de menaje, debido a las bajadas de precios de los textiles para el hogar y los aparatos domésticos.
La Consejería de Economía y Conocimiento considera que la tasa de inflación en febrero de 2017 en Andalucía, del tres por ciento, viene explicada por el comportamiento de los precios de los productos energéticos.
En febrero, los precios de los productos energéticos en Andalucía crecen un 16,4 por ciento interanual como consecuencia de la subida de los carburantes y combustibles (15,8 por ciento), con una cotización media del barril de petróleo Brent de 54,5 dólares, un 70,7 por ciento superior a la registrada en febrero de 2016 (31,9 dólares); y del incremento del 13,9 por ciento interanual de los precios de la electricidad, el gas y otros combustibles.
Si no se consideran los precios energéticos y de los alimentos no elaborados, es decir, los más volátiles del IPC, se tiene que "el componente más estructural, la inflación subyacente, muestra un comportamiento más estable, y se sitúa en el uno por ciento en Andalucía, igual que en España, y una décima por debajo de la del mes anterior".
La Consejería apunta que el mantenimiento de una tasa de inflación del tres por ciento en Andalucía y España, "supone, de un lado, un diferencial desfavorable de un punto respecto a la media de la Zona Euro, para la que el indicador adelantado estima una tasa interanual del dos por ciento en febrero, dos décimas superior a la de enero (1,8 por ciento); y, de otro, un deterioro de la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, teniendo en cuenta que el incremento salarial negociado en convenios colectivos hasta febrero se situó ligeramente por encima del uno por ciento y que el aumento de las pensiones ha sido del 0,25 por ciento en 2017".
Considera que esa pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos "al limitar sus posibilidades de consumo e inversión, puede suponer un freno a la evolución la demanda interna y al crecimiento económico".