Ramírez de Arellano no descarta ampliar la medida al primer año pero admite que por el momento "no hay capacidad" para bonificar la FP
SEVILLA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha cifrado en unos 30 millones el monto económico anual que la administración regional destinará a las universidades para proceder a la bonificación de créditos universitarios aprobados en primer matrícula, una medida que se aplicará tanto en Grado como en Máster y que para el estudiantes que lo apruebe todo podría suponer un bonus de hasta el 99 por ciento de sus estudios --el 100 por ciento incumpliría la normativa estatal--.
Con esta iniciativa, anunciada recientemente por la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y explicada este lunes en profundidad por Ramírez de Arellano en un encuentro con periodistas en Sevilla, los alumnos sólo tendrían que costear el primer año de matrícula, en el que según los casos --por ejemplo, los premiados con matrícula de honor antes de su ingreso en la universidad-- también podrían quedar exentos de su abono.
A la espera de cerrar los detalles del decreto de precios públicos de la Junta y su traslado a los respectivos Rectorados andaluces, el consejero andaluz ha justificado la asunción de esta medida en que, a pesar de las acciones llevadas a cabo por el Ejecutivo autonómico para paliar los efectos de la crisis, como situar el gasto de tasas en la horquilla más baja, contener el precio en el Grado, una bajada progresiva en el Máster, bonificar a colectivos como las víctimas de violencia de género o subvencionar el 70 por ciento del coste a los que aprueben en la convocatoria de diciembre, Andalucía es la segunda comunidad española --sólo por detrás de Cataluña-- con los precios más altos en relación a la renta per cápita.
Ello, además, en un contexto en el que, a pesar de que en Andalucía los precios han sufrido poca variación de 2008 a 2014, estableciéndose en 756 euros por curso, aproximadamente, las becas estatales se han visto reducidas al bajar el gasto por estudiante en casi 700 euros.
Un aspecto en el que Ramírez de Arellano ha incidido es en que las medidas compensatorias de la Junta no están vinculadas a los niveles de renta, siendo universales para todos aquellos que cumplan los requisitos, mientras que las becas sí están sujetas a estos condicionantes. Los beneficiarios andaluces que, según las circunstancias, puedan perder la beca por, por ejemplo, suspender una determinada asignatura sí podrían, por contra, beneficiarse de la bonificación que promueve la Junta en los créditos que tenga aprobados.
ALTERNATIVAS PARA PREMIAR LA EXCELENCIA
Con la transferencia de 30 millones, la idea es que la "merma" en las matrículas se vea compensada, partiendo ya de la base de que el 85 por ciento lo asume de por sí la administración y el 15 por ciento los estudiantes.
El consejero, que recuerda que desde el Gobierno andaluz se pretende armonizar "a la baja" los costes de matrícula bajo la premisa de que la educación universitaria pase de ser una opción a un derecho al nivel de la salud o la educación básica, ha puesto en valor los posicionamientos a favor que la medida ha recabado de agentes de la comunidad universitaria, entre los cuales incluye la falta de oposición por parte del Gobierno de la Nación, al tratarse de una norma estatal que se puede modificar.
Cuestionado por el posible agravio comparativo que podría suponer para alumnos premiados con la gratuidad por su excelencia académica (matrículas de honor), Ramírez de Arellano ha expuesto su convicción de que la excelencia "debe ser premiada, pero de manera más sofisticada que pagando una matrícula". "Lo hablaremos con las universidades, pero el alumno no va a dejar de competir porque su vida profesional va en ello", ha explicado, aludiendo a fórmulas como estancias en universidades extranjeras. "Siempre habrá recursos, porque hablamos de un grupo muy reducido", añade.
Por otro lado, el titular autonómico de Economía y Conocimiento no descarta ampliar la medida al primer año --aunque es algo que, pese a no ser un problema económico, por ahora no se hace para no solaparse con la norma estatal-- pero admite que por el momento "no hay capacidad" para bonificar la Formación Profesional (FP).
Por lo demás, Ramírez de Arellano ha garantizado el coste cero para las universidades de esta iniciativa --pese a las reticencias de algunas sedes ante los 228 millones de deuda que la Junta aún mantiene con las sedes académicas--, así como que a todos los alumnos que pretendan adherirse a la misma, sean andaluces o de fuera de la comunidad, se les pedirá lo mismo, es decir, un año de matrícula.