SEVILLA 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha realizado un seguimiento del águila imperial ibérica, que ratifica "que la población reproductora de esta ave endémica de la península ibérica se ha incrementado este 2024 en algo más del 10% con respecto al año pasado". De este modo, la población de esta rapaz ha alcanzado "una vez más" su máximo histórico con 176 pollos, diez más que en 2021.
Con estas actuaciones la población de esta especie ha superado el límite de cien parejas, considerada como el tamaño poblacional mínimo para alcanzar un estado favorable de conservación. Por ello, la Consejería de Sostenibilidad ha considerado que la especie andaluza ya no se encuentra en "inminente peligro de extinción".
Según ha detallado la Junta en una nota de prensa, el equipo técnico de la Consejería del ramo ha confirmado "la existencia de un mínimo de 164 parejas nidificantes en Andalucía": cuatro en Jaén, uno en Huelva, cuatro en Cádiz, cuatro en Sevilla y siete en Córdoba, así como la desaparición tan sólo de dos parejas tradicionales en los núcleos de cría.
La especie ha crecido fundamentalmente en Sierra Morena donde se supera el centenar de parejas, mientras que en Cádiz son ya trece territorios, cuatro más que en 2023, y en Las Béticas, diez territorios. En la Sierra de Huelva, donde en los últimos años se han detectado algunos intentos de cría, en 2024 ya hay dos parejas, y por primera vez una de ellas ha conseguido sacar adelante un pollo, en la comarca de Andévalo, siendo el primero que vuela en la provincia fuera del Espacio Natural Doñana en los últimos 50 años.
Pese a las persistentes e intensas precipitaciones de marzo y abril y coincidiendo con el delicado periodo de incubación del águila imperial, los técnicos han detectado el nacimiento de 176 pollos. Tan sólo en el núcleo de Doñana la población "se ha estancado" en los últimos años en torno a ocho parejas reproductoras. Esto ha dado como resultado una tendencia positiva desde 1989, con un crecimiento superior al 6% interanual.
Las actuaciones que la Junta de Andalucía ha llevado a cabo, creando un equipo de seguimiento especializado, "han permitido conseguir la actual tendencia de crecimiento de la especie". En este sentido, han destacado "la reducción de las causas de mortalidad no natural, la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados, la minimización de molestias en el entorno de los nidos, y el incremento del éxito reproductor con la aplicación de alimentación suplementaria en aquellos territorios poco productivos y el rescate de pollos en riesgo de muerte".
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