Supone un incremento del 11,3% respecto al mismo período de 2016, debido, entre otros a la atención a otras formas de violencia de género
SEVILLA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 1.343 supervivientes de la violencia machista, 684 mujeres y 659 menores y personas dependientes a su cargo, han contado durante el primer semestre con protección, un hogar seguro y una atención integral en la red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).
El balance semestral, según ha explicado en una entrevista a Europa Press la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, supera en un 11,3 por ciento el número de personas acogidas en el mismo período del año anterior, debido, por un lado, al mayor nivel de concienciación de las víctimas, "que dan el valiente paso de pedir ayuda y alejarse de sus agresores" y, por otro, a la creciente atención "a víctimas de otras formas de violencia machista, como las redes de trata".
La consejera ha señalado que la reforma de la Ley andaluza de Violencia de Género ampliará el concepto a todas las formas de violencia contra las mujeres, más allá del ámbito de la pareja, tal y como está contemplado actualmente. En este sentido, ha destacado que, si bien la reforma se está tramitando, Andalucía "vuelve a ser pionera en la lucha contra la violencia machista, utilizando todos sus recursos disponibles para atender a todas las víctimas".
En esta misma línea, la consejera ha apelado a la "urgente necesidad" de que el Gobierno central consensúe el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, de modo que dicho pacto cuente con una dotación presupuestaria suficiente y "constante" para dar protección a las mujeres que la sufren, tal y como marca el Convenio europeo de Estambul.
Sánchez Rubio ha animado además a todas las víctimas a "seguir el ejemplo de estas supervivientes y descubrir que hay salida", al tiempo que ha instado a toda la sociedad a mostrar "apoyo a las mujeres que sufren la violencia machista y tolerancia cero ante los agresores, que son delincuentes"
Por provincias, Almería ha atendido a 110 personas (64 mujeres y 46 menores); Cádiz a 169 (91 mujeres y 78 dependientes); Córdoba a 146 víctimas (72 mujeres y 74 menores); Granada a 169 (79 mujeres y 90 dependientes); Huelva a 95 víctimas (61 y 34, respectivamente): Jaén a 159 personas (74 mujeres y 85 menores); Málaga a 188 (88 mujeres y 100 dependientes) y Sevilla a 307 personas (155 y 152).
Sánchez Rubio ha explicado que la Junta de Andalucía tiene como prioridad la recuperación integral de las víctimas de violencia de género, más allá de su protección y seguridad, "consciente de que la autonomía y la estabilidad psicosocial resultan imprescindibles para impulsar su autoestima, su integración social y la recuperación de una vida normal, independiente y libre de violencia". En esta línea, el Servicio Integral de Atención y Acogida del IAM, que funciona en Andalucía desde hace 17 años, ha sido referente nacional por su modelo de gestión integral.
La red cuenta con 34 centros de atención y acogida, de los que nueve son centros de emergencia --que dan cobertura inmediata a las necesidades de protección y seguridad de las víctimas--, ocho casas de acogida compuestas por 52 pisos --que, además de acogida, proporcionan las herramientas sociales, psicológicas y jurídicas indispensables para salir de la violencia, con una estancia inicial de alrededor de tres meses--, y 17 pisos tutelados --viviendas independientes para uso familiar, ubicadas en edificios y zonas normalizadas, destinadas temporalmente a favorecer la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos--.
El servicio tiene un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social. El servicio incluye además un programa de 30 becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía. Junto a ello, la red desarrolla diversos programas para la atención integral a las y los menores (a nivel psicológico, lúdico, escolar, etcétera) para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.