MADRID 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, considera que ante los potenciales desafíos para la competitividad de la UE en los mercados que pueden plantear eventos como la posible victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre en Estados Unidos "la mejor defensa es el ataque".
En un coloquio en el Foro Económico Mundial en Davos, la banquera central de la zona euro ha subrayado la importancia para tomar la iniciativa de contar con un mercado fuerte y profundo, "tener un verdadero mercado único".
"Creo que la mejor defensa, si así lo queremos ver, es el ataque. Y para atacar correctamente es necesario ser fuerte en casa", ha afirmado la francesa, recordando que, si bien la UE es una enorme zona económica en el mundo, todavía no es completamente un mercado único.
En este sentido, ha instado a que "el dinero que se ahorra en Europa, o el dinero asociado a las pensiones, se invierta realmente en una unión del mercado de capitales que realmente funcione eficientemente", con el fin de levantar las inversiones necesarias para la transición hacia una economía más verde.
Por otro lado, Lagarde, que respetando las reglas del BCE no podía hacer comentarios que afecten o puedan desvelar nada sobre la postura de la entidad al faltar menos de una semana para la reunión del Consejo de Gobierno, ha señalado que la economía mundial avanza hacia la "normalización de la no normalidad".
En este sentido, ha recordado que el consumo comienza a desvanecerse gradualmente como fuerza impulsora del crecimiento a medida que el inusualmente ajustado mercado laboral ofrece síntomas de menor rigidez y el exceso de ahorro mundial, especialmente en las economías avanzadas, está disminuyendo, acercándose "prácticamente a cero".
"Si se combinan estos dos factores, menos rigidez de empleo y menos ahorros, claramente el consumo ya no es una fuerza tan poderosa como solía ser", ha apuntado.
Por otro lado, ha destacado que el comercio comienza a normalizarse tras los perturbaciones de los dos últimos años al tiempo que una tercera normalización en todo el mundo, sin incluir la zona del euro, sería la desaceleración de la inflación. ?