Publicado 07/02/2021 11:34

Biotecnología contra el hambre: expertos valencianos estudian cómo evitar que la pandemia afecte al suministro de comida

Recurso para mercados, alimentación, comida, fruta
Recurso para mercados, alimentación, comida, fruta - EUROPA PRESS - Archivo

VALNCIA 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Expertos del centro tecnológico valenciano AINIA participan en un estudio organizado por la Comisión Europea para paliar la inseguridad alimentaria. Este problema, según explican, ha cobrado especial importancia con la crisis del coronavirus y se relaciona con la complejidad y la urgencia de los problemas en la producción y el suministro de alimentos.

AINIA, con sede en Paterna (Valencia) ha participado en el grupo de 14 expertos en alimentación, agricultura y políticas de I+D de distintas organizaciones en un informe, que detalla cómo la investigación y la innovación pueden abordar el problema, impulsando cambios en los sistemas alimentarios. En concreto, el centro tecnológico español ha aportado su experiencia en el ámbito de la biotecnología y su aplicación en el sector agroalimentario.

Según explica el centro tecnológico, de acuerdo con el informe 'Resiliencia y transformación', durante 2020 se ha generado una "tormenta perfecta" de problemas. Después de las interrupciones iniciales y localizadas en el suministro de alimentos, los precios comenzaron a subir ligeramente en Europa (2-5% para productos clave) y más dramáticamente en algunas partes del mundo (15% en Argentina, casi 20% en Myanmar).

Por otro lado, el cambio de clases presenciales a clases online privó a millones de familias con rentas bajas del comedor escolar para sus hijos. En algunos sectores de la industria alimentaria, los trabajadores se encontraron involuntariamente en la primera línea de la exposición al virus.

Además, miles de restaurantes han cerrado, mientras que se ha disparado la venta de alimentos en tiendas de alimentación y online; lo que ha supuesto una importante reasignación del suministro de alimentos con amplias consecuencias económicas y sociales.

BIOTECNOLOGÍA PARA IMPULSAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

En este contexto, la responsable del departamento de biotecnología de AINIA, Begoña Ruiz, ha explicado que el informe contiene propuestas que "serán la base para muchas innovaciones que desarrollarán las próximas investigaciones europeas".

En concreto, Ruiz ha destacado siete puntos que la biotecnología puede aportar para solucionar parte de estas cuestiones del sistema alimentario, que la pandemia del COVID-19 ha acelerado la urgencia en su tratamiento, poniendo de manifiesto la necesidad de transformar los sistemas alimentarios para que sean más resilientes y respeten los límites planetarios.

Por un lado, el trabajo de los investigadores incide en el valor al sector agroalimentario. Las ciencias de la vida en general, y la biotecnología en particular, pueden aportar gran valor al sector agroalimentario, especialmente en ámbitos como la producción y seguridad en el suministro de alimentos, la seguridad alimentaria, la alimentación saludable y sostenible y la biodiversidad.

INSECTOS, VEGETALES Y OTRAS PROTEÍNAS ALTERNATIVAS

Los investigadores resaltan la necesidad de buscar fuentes de proteínas alternativas. En lo que se refiere a la producción de alimentos y seguridad del suministro, la contribución incluye las fuentes de proteínas alternativas tales como insectos, proteínas vegetales, carne in vitro o proteína microbiana ('single cell protein').

En este sentido, la ingeniería genética proporciona cultivos más eficientes y sostenibles. La sustitución de plaguicidas y fertilizantes convencionales por otros de origen biotecnológico puede ayudar al desarrollo de la producción de alimentos orgánicos o ecológicos, la reducción de las emisiones de CO2 e incluso proporcionar soluciones a enfermedades y plagas sin tratamiento conocido, ha explicado AINIA.

El informe también pone el foco en nuevos antimicrobianos para luchar contra patógenos alimentarios. La biotecnología contribuye también a la seguridad alimentaria, aportando nuevos antimicrobianos para luchar contra patógenos alimentarios como enzimas, bacteriocinas, péptidos antimicrobianos o fagos y sus endolisinas. Estos desarrollos también contribuyen a luchar contra las resistencias antimicrobianas.

Además, los expertos biotecnólogos marcan como objetivo conseguir ingredientes bioactivos y alimentos funcionales. Según AINIA, un campo "especialmente interesante" en el área de alimentación saludable es el de los ingredientes bioactivos y alimentos funcionales, que tienen un impacto positivo en la salud de grupos de población específicos con necesidades especiales (personas mayores, niños, deportistas, mujeres embarazadas, menopausia, pacientes hospitalarios u oncológicos).

RESIDUOS ALIMENTARIOS

También abogan por recuperar los compuestos de valor y la energía de los residuos alimentarios y de las aguas residuales. Así, la sostenibilidad y circularidad en los sistemas alimentarios es también un campo para la biotecnología.

El tratamiento biológico de residuos alimentarios y de las aguas residuales de la industria alimentaria, precedido por la recuperación de los compuestos de valor y la energía contenidos en ellos, es fundamental para el concepto de biorrefinería basada en residuos. Estos compuestos de valor incluyen los químicos biobasados, que pueden, a su vez, ser transformados a biopolímeros.

DIVERSIDAD GENÉTICA

El estudio plantea proporcionar herramientas para caracterizar, recopilar y almacenar la diversidad genética. La biotecnología también puede contribuir a la biodiversidad de varias formas, por ejemplo, proporcionando herramientas para caracterizar, recopilar y almacenar la diversidad genética.

El análisis de datos genómicos y transcriptómicos pueden proporcionar información de valor para gestionar la adaptación y la resiliencia al cambio climático. La biodiversidad puede ayudar también a la agricultura, utilizando consorcios de microorganismos para que la fertilización sea más efectiva y los cultivos más resistentes a la sequía.

Finalmente, la biotecnología puede inspirarse en la naturaleza para diseñar nuevos materiales (los materiales bioinspirados), con propiedades novedosas y avanzadas.

Asimismo, se han identificado retos para la investigación en campos como las nuevas fuentes de proteínas, nuevos antimicrobianos, ingredientes bioactivos, biopesticidas alternativos, bioplásticos, biorrefinerías, tratamiento biológico de corrientes residuales o alimentos fermentados.

CAMINOS COMUNES PARA EL FUTURO

AINIA ha explicado que la Unión Europea ya ha tomado medidas "ambiciosas" para la seguridad alimentaria, como la ley para lograr la neutralidad en carbono para 2050 y una serie de nuevas políticas, programas y legislación que impulsarán sus planes de Pacto Verde, Biodiversidad, De la granja a la mesa y Economía circular.

No obstante, su éxito final dependerá en gran medida de la investigación y la innovación europeas y de cómo debe responder el nuevo programa Horizonte Europa de 95.500 millones de euros, para hacer frente a los retos y alcanzar los objetivos.

El grupo de 14 expertos en alimentación, agricultura y recursos naturales ha sido impulsado por SCAR, el Comité Permanente de Investigación Agrícola, fundado en 1974 por el Reglamento del Consejo de la UE para asesorar a los Estados miembros y a la Comisión. El grupo estuvo presidido por Gianluca Brunori, profesor de política alimentaria y bioeconomía en la Universidad de Pisa.