MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que toma una persona a lo largo de su vida. La carga emocional y económica que implica esta operación puede hacer que el proceso sea complicado si no se cuenta con toda la información necesaria. Qué factores hay que tener en cuenta para elegir la vivienda, cuál debe ser la solvencia económica del futuro propietario o qué forma de financiación se ajusta más a sus necesidades son algunas de las dudas más frecuentes que surgen antes de realizar la compra.
Ante este escenario, contar con el asesoramiento del experto de la entidad bancaria ayudará al comprador a afrontar la operación con seguridad y a tomar la decisión que más se ajuste a su situación.
¿Qué tener en cuenta antes de comprar una vivienda?
Antes de llevar a cabo esta operación, hay que tener en cuenta una serie de aspectos:
La zona en la que está localizado el inmueble es uno de los factores más importantes. La ubicación influye en el precio, ya que, por lo general, es más caro adquirir una vivienda situada en el centro de una ciudad que en la periferia. También se deben tener en cuenta los servicios que hay alrededor del inmueble (colegios, supermercados), así como el estilo de vida del futuro propietario (zonas para practicar deporte, oferta de ocio). En este punto también es importante analizar la localización con la vista puesta en una posible revalorización del precio en el futuro.
Optar por un inmueble de obra nueva o por uno de segunda mano también tendrá un impacto directo en el valor, ya que los primeros suelen tener un precio más elevado que los segundos. Asimismo, según el tipo de vivienda se pagarán unos impuestos u otros.
Además, el comprador debe tener presente que, en el caso de optar por la compra de una vivienda de segunda mano es posible que sea necesario realizar alguna reforma.
- La situación jurídica del inmueble
También es importante analizar el estado de la vivienda que se quiere adquirir, así como contar con información sobre su situación jurídica. Para ello, bastará con solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad, a través de la cual se podrá saber si la vivienda está libre de cargas o gravámenes.
El comprador puede exigir al vendedor de la vivienda un certificado energético, un factor que también puede influir en el precio. Además, es recomendable tener presente cuál es la orientación del inmueble, ya que con el tiempo puede jugar un papel importante en el ahorro del consumo energético.
¿Qué presupuesto necesito para comprar una vivienda?
La solvencia económica del futuro propietario es clave en el proceso de compra de una vivienda. Los bancos conceden hipotecas que, como máximo, cubren hasta el 80% del valor total de la tasación del inmueble. Por lo que el comprador debe tener unos ahorros de en torno al 20% del precio de compra. De manera adicional, debe contar con entre un 10% y un 15% para hacer frente a los gastos asociados a la adquisición de la vivienda (impuestos, notaría, Registro de la Propiedad).
Calculadora: descubre cuáles son los gastos asociados a la compra de una vivienda
Además, entre los requisitos que el banco valora a la hora de conceder una hipoteca, se encuentran los ingresos del titular y su capacidad de endeudamiento. En este sentido, hay que tener en cuenta que el pago mensual de la hipoteca no debe superar el 30% de los ingresos del comprador.
Otro de los factores que hay que considerar a la hora de obtener financiación para comprar una vivienda es el tiempo. Una hipoteca es un préstamo a largo plazo que, por normal general, puede tener un periodo de amortización de hasta 30 años. En función de este plazo de amortización, las cuotas que se pagan mensualmente por la hipoteca son mayores (si el plazo es corto) o menores (si el periodo es largo).
En cualquier caso, a la hora de adquirir una vivienda, contar con el asesoramiento profesional de un experto de confianza como el de la entidad bancaria resulta clave, ya que puede aconsejar lo que más conviene de acuerdo a la situación económica particular y responder cualquier duda que surja a lo largo del proceso.