Actualizado 24/07/2019 13:08

Cómo el home staging puede aumentar el valor para vender tu casa

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Los expertos lo recomiendan, nos hablan nuestros conocidos sobre él y leemos noticias que lo tratan. ¿Pero qué es exactamente elhome staging? Puntualicemos: es una técnica de marketing. ¿Y mejora las viviendas en venta o alquiler? Sí, influyendo positivamente en la sensación que percibimos cuando estamos entre sus paredes. Engloba el cuidado tanto de la decoración y el orden como de una sesión fotográfica que ponga en valor los elementos de la casa. El resultado de esta preparación de los ambientes favorece el alquiler o la venta en poco tiempo y por el precio más alto posible.

El home staging llegó a Europa en la década de los 90 procedente de Estados Unidos y Canadá, donde nació en los 70. Aunque allí apuestan con más convicción por esta técnica, en nuestro continente, con un mercado cada vez más competitivo, ha ido ganando peso en los últimos tiempos. Y es que lo números lo avalan: el tiempo medio de venta de un inmueble acondicionado para ello ha sido de 38 días, unas ocho veces más rápido que la media nacional, según datos de la Segunda encuesta realizada por la Asociación de Home Staging de España (AHSE).

Veamos brevemente cuáles son sus cuatro principios básicos del home staging:

1. Entender la casa como un producto

El home stager ve la propiedad como un producto y, de este modo, analiza cuáles son sus puntos fuertes y también, de haberlas, sus deficiencias. En este ejercicio de entender la vivienda dentro de su entorno, el home staging busca los elementos que pueden hacer destacar esa propiedad y trabaja para explotar todo su potencial con soluciones low cost.

Por ejemplo, para modificar la estética de un baño monótono, en ocasiones basta con pintar los azulejos de un color más actual, en lugar de ejecutar una obra para retirarlos y colocar otros nuevos. En el caso de los muebles, puede bastar un cambio de tiradores si se adaptan a las tendencias del momento. Renovarse o morir.

Entender la casa como un producto

2. Ambientes atractivos pero despersonalizados

Para realzar el aspecto de una vivienda con pequeños retoques, conviene arreglar desperfectos, actualizar los espacios por los que más pasa el tiempo (normalmente la cocina y el baño) y, muy especialmente, despersonalizar los espacios pues, a diferencia de un decorador, que da estilo propio a la vivienda, el home stager intenta conquistar al máximo público. La idea es que el visitante pueda imaginarse viviendo allí, por lo que el fin es dar neutralidad al espacio eliminando fotos familiares, objetos heredados, recuerdos...¿Invertir en sofá, camas y muebles caros? No necesariamente. A veces usan piezas de cartón que simulan estos muebles y los cubren con mantas o ropa de cama para que el resultado resulte más creíble, cálido y efectista. De lo que sí huirá este profesional es de los espacios recargados que pueden resultar abigarrados y confusos a ojos del potencial cliente. Los detalles y complementos estarán colocados y distribuidos con sutileza.

3. El orden es de vital importancia

Presentar una casa ordenada y limpia genera gran confianza, pues crea en el comprador o futuro inquilino la sensación de que los propietarios son cuidadosos. De este modo, esta técnica de marketing se esmera en vigilar estos dos aspectos.

4. Hacer fotos profesionales Porque la primera impresión es la que cuenta

Hoy en día, el potencial comprador o inquilino la primera criba que hace para decidir si visitar o no una casa es mayoritariamente por internet. Invertir en una sesión de fotos profesional no es una opción, es casi obligatorio.

Los fotógrafos de interiorismo saben cómo retratar a la perfección los espacios, incluso los más sombríos, muestran claramente la relación entre estancias, usan las ópticas adecuadas para que las habitaciones parezcan más amplias... No se entiende el home staging sin sesión de imágenes.

Todas las patas del home staging construyen esa puesta en escena del inmueble que ayuda a agilizar el proceso de venta o alquiler y, al mismo tiempo, justifica el incremento en el valor de la vivienda. Invertir en home staging es, en la mayoría de los casos, una apuesta rentable. No solo se emplea en el supuesto de viviendas de segunda mano, sino también en pisos piloto, para amueblar y aportar encanto a las distintas estancias.