MADRID 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un conductor emprenderá acciones penales contra la Policía Local de Paracuellos del Jarama al practicarle una prueba de alcoholemia después de sufrir un aparatoso accidente en el que resultó lesionado grave con seis costillas rotas y el pulmón perforado.
La denuncia se interpondrá a través de su defensa, ejercida por el despacho penalista Ospina Abogados, después de que el juez de Instrucción número 3 de Torrejón de Ardoz haya acordado el sobreseimiento de la causa que se seguía contra el conductor por un delito contra la seguridad vial.
"Estamos muy satisfechos con el archivo y sobreseimiento por nuestro cliente, pero nos preocupa que este tipo de conductas por parte de los agentes de la Policía, pueda suponer algo generalizado, y no una conducta excepcional", ha señalado a Europa Press Juango Ospina.
En el auto de archivo, al que tuvo acceso Europa Press, el juez decreta el archivo de las actuaciones, apuntando que los indicios apuntan a "la existencia de problemas de salud que, bien le impedían inspirar o expirar lo suficiente para llevar esa prueba a su fin, bien le suponían un dolor real derivado de las múltiples patologías sufridas tras el accidente como impedimento a la realización de dicha prueba, tal como se expone por la médico forense".
Las actuaciones se iniciaron en noviembre de 2023 tras recibir aviso la Policía Local de Paracuellos de Jarama de que se había producido un accidente de una motocicleta en la Avenida de los Hoyos cruce con la calle Violeta de la localidad.
Tras personarse en el lugar, dos agentes se encontraron al conductor accidentado sentado en la acera y refiriendo un fuerte dolor en el brazo izquierdo. Tras entrevistarse con él, los agentes consideraron que presentaba signos de encontrarse bajo los efectos del alcohol, requiriéndole para que se sometiera a la prueba de alcoholemia.
De los datos que constan en el atestado policial se desprende que el conductor realizó una primera prueba con el etilómetro evidencial, la cual dio un resultado de 0,47 mg/l de alcohol por aire espirado y, al intentar que realizase la segunda prueba, se expone en el atestado que el conductor interrumpía constantemente dicha prueba siendo imposible efectuarla.
Una vez que los agentes dieron por finalizadas las pruebas, la ambulancia presente en el lugar procedió a trasladar al conductor al Hospital Reina Sofía se San Sebastián de los Reyes (Madrid) para su valoración.
En su declaración, el investigado declaró ante el juez que no pudo realizar la prueba por incapacidad física indicando que tenía seis costillas rotas y el pulmón perforado.
En informe médico forense aportado a la causa consta que el conductor presentó hidroneumotórax en contexto de politraumatismo que precisó de drenaje pleural, estallido esplénico que preció esplenectomía, 7 fracturas costales y de clavícula, así como contusión pulmonar a nivel de lóbulo inferior izquierdo.
La médico forense concluye que “esta patología, especialmente aquella que afecta a los pulmones, supone una dificultad para inspirar y expirar profundamente, tal y como se requiere en la prueba de alcoholemia, pudiendo suponer el dolor un impedimento a la realización de la prueba”.
Tras el análisis de la prueba, el juez determina que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa".
"Los indicios que se desprenden de las diligencias de instrucción practicadas apuntan, no a la existencia de una negativa por parte del investigado a someterse a la segunda prueba, sino a la existencia de problemas de salud que, bien le impedían inspirar o expirar lo suficiente para llevar esa prueba a su fin, bien le suponían un dolor real derivado de las múltiples patologías sufridas tras el accidente como impedimento a la realización de dicha prueba, tal como se expone por la médico forense".