Más de 50% de los encuestados considera que las situación económica va a mejorar en Euskadi frente a un 9,3% que piensa que va a empeorar
BILBAO, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 57,1% de los economistas vascos cree que sería viable un sistema vasco de pensiones gestionado por la Administración Pública Vasca frente a un 27,7% que tiene la opinión contraria y un 15,2% que afirma desconocer sus efectos.
Estos datos se desprenden del último Ekonometro, el sondeo semestral que realiza el Colegio Vasco de Economistas en colaboración con la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU. En esta ocasión se han hecho encuestas a 506 de los 5.000 colegiados entre el 29 de noviembre y el 20 de diciembre del pasado año. El estudio ha sido presentado este miércoles en Bilbao por el representante del Colegio Vasco de Economistas Joseba Barandiaran y Mercedes Vallejo, de la Facultad de Economía y Empresa.
En este Ekonometro correspondiente al mes de diciembre, se ha preguntado a los economistas vascos si verían viable un sistema vasco de pensiones y un 57,1% cree que lo sería. Esta opinión es más amplia en Gipuzkoa, donde un 66% de los economistas lo ve factible, mientras que en Álava, con casi 20 puntos de diferencia, son un 48% los que tienen esa posición y en Bizkaia el 56%.
Por franjas de edad, el 90% de los economistas más jóvenes lo considera viable, mientras que, entre los mayores, solo el 37% comparte esa opinión. Atendiendo al género, el 62% de las mujeres lo verían viable, mientras que en el caso de los hombres ese porcentaje se reduce al 54,5%.
En todo caso, según han apuntado los representantes del Colegio vasco de Economistas, tendría que ser un modelo diferente al actual de pensiones porque, existe "consenso" en que el sistema de pensiones existente en el Estado español no es viable y sostenible a futuro.
En concreto, el 93% de los economistas vascos consideran que la sostenibilidad financiera de las pensiones españoles requieren de una reforma en el mercado laboral, mientras que el 75% propone, además, una reforma global del sistema,
Sobre las distintas alternativas que se plantean para financiar las pensiones solo un 32,5% apoya el incremento de impuestos para financiar las pensiones y un 10,5% plantea reducir las pensiones. Un 65,3% propone como opción eliminar el tope máximo de cotización a la Seguridad Social, un 51,2% la transferencia del sistema de pensiones a Euskadi, un 45,9% se descanta por crear un impuesto específico y un 41,9% apuesta por introducir una cotización a la Seguridad Social para robótica e inteligencia artificial.
ECONOMÍA VASCA
Por otra parte, los economistas vascos se siguen mostrando optimistas sobre la recuperación de la economía en Euskadi. En concreto, el 85% cree que no ha variado (42,7%) o ha mejorado (45,7%) frente a un 11,5% que considera que ha empeorado.
Según han apuntado, estos datos son más optimistas que los del Ekonometro anterior, en el que casi el 15% pensaba que la situación económica era peor. Asimismo, más de 50% de los economistas considera que las situación económica va a mejorar en los próximos seis meses frente al 9,3% que piensa que va a empeorar. Por otra parte, un 56,5% de los economistas creen que podrán ahorrar en su hogar, frente a un 43,5% que no lo ven posible.
En relación al desempleo, la mayoría de los encuestados considera que el paro se reducirá en los seis próximos meses, aunque un 59,3% cree que esa reducción será pequeña y sólo el 1,4% opina que será importante. En comparación con el Ekonometro de julio de 2016, los economistas se muestran más optimistas en relación a la recuperación del empleo.
Otra de las preguntas de la encuesta es la referida a los factores que creen que influyen en la competitividad de la economía vasca y, en concreto, un 15,3% señalan el gasto en I+D+i, un 14,7% la formación, un 12% los costes salariales y un 11,9% el precio de la energía. Por contra, la falta de financiación "va perdiendo peso".
Por otra parte, cerca de un 90% de los economistas considera que la participación de compañías multinacionales en empresas vascas es beneficiosa para el crecimiento y la expansión a nuevos mercados y también para el desarrollo tecnológico y la innovación, mientras que un 79,5% cree que, desde un punto de vista estratégico, tendrá un efecto negativo o muy negativo. La opinión sobre el impacto en el ámbito laboral y en la red de proveedores es más negativa que positiva.