Dos testigos aseguran haber escuchado "Karim déjalo, vámonos" en el transcurso de la pelea, pero no recuerdan físicamente a esa persona
SAN SEBASTIÁN, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un amigo del hermano de Santi Coca, que falleció a los 17 años el 28 de abril de 2019 dos días después de recibir paliza en el exterior de una discoteca en el Centro de San Sebastián, ha asegurado que su grupo de amigos no tenía "intención de pelear". "Nosotros no dimos golpes, fuimos víctimas de una paliza", ha remarcado.
El amigo de Iker Coca ha relatado lo sucedido aquella noche en la tercera sesión del juicio en la Audiencia de Gipuzkoa contra el principal acusado de esta muerte, conocido como 'el argelino' y que se encontraba fugado de la justicia hasta que fue detenido el pasado febrero en Francia.
Otras cuatro personas fueron procesadas por estos hechos, en diciembre del pasado año, tres de los cuales fueron absueltos, mientras que un cuarto fue considerado culpable de homicidio por imprudencia grave.
En el juicio con tribunal de jurado, compuesto por seis hombres y tres mujeres, han declarado este miércoles tres testigos que se encontraban tras una noche de fiesta en el lugar de los hechos aquella madrugada.
Uno de ellos, amigo del hermano de Coca, ha relatado que al salir de la discoteca se encontraron al grupo de amigos de Santi que les contaron que les habían robado un paquete de tabaco, tras lo que fueron a la zona de escaleras de servicio del exterior de la misma, donde estaba un grupo de "unas 15 personas" apoyados en una pared que se les quedaron mirando.
Uno de ellos tenía el citado paquete, se acercó al grupo de amigos del hermano de la víctima y comenzó a hablar con ellos "en términos amigables, no parecía que fuera a ocurrir nada grave".
Sin embargo, el resto de personas que estaban en el citado grupo de la pared "empezaron a empujar", luego comenzaron los golpes y vio como llegaba Santi, que "se enzarzó con dos y le echaron al suelo". A la pelea se sumaron más personas que "empezaron a darle una paliza", para después separarse en dos grupos: uno que huyó corriendo hacia el Boulevard y otro que se quedó en el lugar y fueron posteriormente detenidos.
El testigo ha explicado que había "mucha gente" y que solo podía ver "golpes, patadas" que se daban "con agresividad", con ánimo de "hacer daño". Además, ha añadido que el hermano de Santi se echó sobre su cuerpo para intentar protegerle de los golpes, mientras otro de sus amigos intentaba separar a los agresores "con los brazos", pero no pudieron pararlo porque "eran más que ellos". "Nosotros no teníamos intención de pelear, no dimos golpes, fuimos víctimas de una paliza", ha remarcado.
También ha señalado que en el transcurso de la pelea escuchó la frase "Karim para, déjale, vámonos", tras lo que un grupo se "cuatro o cinco personas", que ha identificado entre las que habían quitado el paquete de tabaco, huyó corriendo hacia el Boulevard.
"PATADAS FUERTES"
El segundo testigo, que conocía a las cuadrillas de Santi y su hermano Iker aunque no pertenecía a ninguna de ellas, ha explicado que salieron de la discoteca sobre las cinco de la madrugada y, mientras una parte de sus amigos se fueron a sus casas, él junto a otros dos se dirigió hacia la otra parte exterior del local donde se encontraron con un grupo de personas que estaban propinando "patadas fuertes".
Entre ese tumulto de personas reconoció a algunos que "conocía del colegio". Según ha detallado, en la pelea "había mucha gente, unos agredían y otros intentaban separar", pero en ese momento no sabía a quien estaban golpeando o si era "contra una persona solo".
Al cabo de "un minuto", esas personas "empezaron a correr hacia la Parte Vieja" y es entonces cuando vio que Santi Coca "estaba en el suelo", junto a su hermano y sus amigos.
Este testigo ha coincidido con el anterior en haber escuchado la frase "Karim, déjalo ya", y ha recordado que esta persona --que tal y como ha recordado "llevaba una cadena y una chamarra negra"--, cuando estaba en el suelo "le dio las últimas patadas", que ha calificado de "violentas, con rabia, como si estuviera chutando un balón".
"SAMI"
El tercer testigo de la jornada conocía al acusado por ser cliente de un bar de Hernani en el que trabajaba, y le conocía por los apodos de "el Argelino" o "Sami". La noche de los hechos había acudido a San Sebastián a una cena con el equipo de fútbol y su cuadrilla, y habían terminado en la discoteca.
Al local accedió con uno de sus amigos, pero se quedó solo porque "el otro ligó". Se encontró en la discoteca con el acusado y permaneció con él hasta que salieron de la misma. Ha señalado que no recuerda bien lo que sucedió cuando abandonaron la discoteca porque "iba bebido" y "han pasado cinco años de aquello", pero sí que "hubo una movida" y sacó del suelo a dos personas, una de ellas el acusado.
Así, ha asegurado que "Sami" estaba "pegando puñetazos" y lo sacó del tumulto tras lo que intentó "tranquilizarle", llevándole "hacia la zona del puerto" y que éste le preguntó por un "gorro o visera" que llevaba puesto esa noche. Posteriormente, sacó a otra persona de la pelea, la cual le dijo que necesitaba "una raya de cocaína" y se fue con ella hacia una de las calles de la Parte Vieja para, posteriormente, marcharse a su casa.