Actualizado: martes, 28 marzo 2017 13:49

BILBAO 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

La localidad vizcaína de Barakaldo volverá a poner en marcha, desde el próximo sábado 1 de abril, la iniciativa 'Táper Solidario', con la que se pretende reducir "la vulnerabilidad nutricional" de personas en riesgo de exclusión" y, al mismo tiempo, evitar el "despilfarro" de comida cocinada.

El proyecto será desarrollado por el Ayuntamiento de Barakaldo, con la colaboración de la asociación AUNAR, y persigue hacer una gestión sostenible del excedente de comida elaborada procedente de cocinas colectivas y profesionales. La iniciativa se inició a modo de experiencia piloto en 2016 y regresará al municipio fabril desde abril hasta finales de diciembre.

El Ayuntamiento ha subrayado que en Barakaldo "no existen casos de desnutrición infantil", pero sí hay, en cambio, familias que por diferentes cuestiones "no disponen de un acceso estable y de calidad a una alimentación adecuada", por lo que demandan "un apoyo alimentario" por parte de las instituciones.

En este contexto, será "un recurso más que ofrecer a las familias que se encuentren en situaciones de urgencia por cuestiones como, por ejemplo, haber perdido la RGI", ha explicado el concejal de Acción Social, Mikel Antizar.

La iniciativa se sumará, de esta manera, a recursos como el Banco de Alimentos o el comedor de Cáritas y contará con una partida de 15.000 euros. El proyecto persigue aprovechar, mediante un sistema de trabajo en red, el excedente de comida cocinada que a diario se genera en sectores profesionales de restauración, hostelería y cocinas colectivas, retornándolo al circuito de alimentación de manera segura.

"Tras un proceso de identificación, racionado y abatido, que garantiza su trazabilidad, entregan esta comida cocinada y congelada a las familias demandantes, siempre dentro de un recipiente, en bolsas isotérmicas y con cantidad suficiente para afrontar una semana", ha precisado el concejal.

POSIBLES BENEFICIARIOS

Serán las propias trabajadoras sociales quienes seleccionarán y derivarán los casos que estimen que deberían beneficiarse de esta iniciativa.

Durante el desarrollo de esta experiencia el pasado año, se atendió a 23 familias, con un total de 65 integrantes, entre quienes se repartieron en torno a 2.800 raciones. Antizar ha señalado que las trabajadoras sociales realizaron "un balance positivo" de esta actuación ya que ofrece "una atención inmediata, puntual, un buen trato y existe una buena coordinación entre el personal del servicio y las propias trabajadoras municipales".

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