BILBAO 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Bizkaia Aretoa de Bilbao acoge hasta este próximo domingo la primera exposición individual en Europa de la pintora taiwanesa Chiu Kuei. Con el apoyo de Fundación BBK, esta muestra se enmarca en el programa de cooperación entre los tres pueblos (japonés, taiwanés y vasco) promovido por la Fundación Sakura, cuyo fundador fue Shinzo Abe, primer ministro japonés de 2012 a 2020.
Según han informado los organizadores, entre los diversos actos y encuentros de estos días en Euskadi, el jueves, 12 de diciembre, se plantarán en el Parque Europa de Gernika (próximo al Árbol de Gernika), varios retoños de cerezo japonés ('sakura') traídos de Japón.
Será una muestra de hermandad entre los tres pueblos, que contará con la presencia de la viuda del Sr. Abe, Akie Abe. La intención es que las flores de cerezo japonés, que simbolizan la amistad entre Taiwán y Japón, puedan brotar también ahora en el País Vasco, conectando los tres territorios.
Gernika ya recibió en 2020 y como símbolo de paz retoños descendientes de los 'árboles bombardeados' (plátanos que brotaron verdes de la tierra arrasada después de que, en 1945, la bomba atómica impactara en Hiroshima).
Chiu Kuei (también conocida como Kyu-Ki -la pronunciación japonesa de su nombre-) es una artista nacida en Taipei (Taiwán). Su "verdadera profesión", en sus propias palabras, es la música, cuyos estudios comenzó a los 6 años. Después de graduarse, se dedicó a la composición y a ofrecer conciertos.
Sin embargo, hace una década quiso pintar y comenzó a hacerlo sin haber tenido nociones previas de este arte. Su profundo interés por la cultura y las tradiciones locales de su país le llevaron a centrar desde el principio sus obras en esos aspectos. Desde las construcciones antiguas de Taiwán o la mitología, a las costumbres populares y los paisajes rurales, pasando por las festividades tradicionales.
La muestra recoge 25 cuadros, todos pinturas realistas al óleo y en colores muy vivos y complejos (seña de identidad de su obra y por la que es reconocida en Taiwán). Se trata de la misma selección de trabajos que se exhibió en Tokio ya el pasado año, a la que ahora se han sumado algunas nuevas piezas, como "Dragón blanco" (que representa el monte Fuji de Japón) y "Dragón azul" (que representa el monte Yushan de Taiwán), pues una de sus grandes obsesiones es el hermanamiento entre ambos países.