BILBAO 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Bridgestone es la primera industria de Bizkaia en convertirse en espacio cardioprotegido, después de que la multinacional japonesa haya obtenido la certificación de Espacio Cardioprotegido, otorgada por la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST).
Según ha informado la compañía, este sello supone "un paso más" en su política de seguridad y salud laboral, y sitúa a esta empresa como la única industria de Bizkaia que ostenta este reconocimiento.
Asimismo, ha destacado, "se convierte en un referente en la materia dentro del sector, al ser pionera entre el mismo". En este sentido, dentro de las campañas preventivas que realiza para sus 932 trabajadores en materia de riesgo cardiovascular, se encuentran pruebas de control analítico (colesterol), electrocardiogramas, pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas y control de troncos supraaorticos. Además, realiza diversas campañas individualizadas para prevenir la obesidad, el sedentarismo o dejar de fumar, entre otras.
PREVENIR LA PARADA CARDIACA
Un espacio cardioprotegido es aquel lugar que dispone de todos los medios necesarios para asistir a una persona en los primeros minutos tras una parada cardiaca con el objetivo de mejorar la supervivencia.
De esta manera, Bridgestone cuenta desde el 2006 con cuatro desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) de fácil acceso para los primeros intervinientes, así como personal formado para su uso, según la normativa, con el fin de poder responder ante un suceso que puede ocurrir a cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar, teniendo en cuenta que por cada minuto de retraso en realizar la desfibrilación, las posibilidades de supervivencia disminuyen en más de un 10%.
Un desfibrilador semiautomático (DESA) es un pequeño aparato que se conecta a la víctima que supuestamente ha sufrido una parada cardiaca por medio de parches (electrodos adhesivos).
El DESA es capaz de realizar automáticamente un análisis del ritmo cardiaco, identificando un ritmo de parada cardiaca desfibrilable (fibrilación ventricular), recomendará administrar una descarga.
El reanimador debe pulsar entonces el botón de 'shock/descarga', para que el aparato realice el choque eléctrico. En caso de parada cardiaca por fibrilación ventricular, la descarga puede conseguir que el corazón recupere su ritmo ordenado y mecánicamente eficaz, siempre y cuando ésta se administre tempranamente.
No es necesario que el reanimador sea médico para poder utilizar el desfibrilador, ya que cualquier persona que haya superado un curso de formación específico impartido por un centro homologado y acreditado estará capacitado y legalmente autorizado para utilizarlo, como ocurre con el personal formado en Bridgestone.
Tras haber atendido este caso de emergencia, el personal alerta a los servicios de emergencia sanitaria para que se desplacen al lugar del incidente y lo trasladen a un centro hospitalario.