BILBAO 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La sección primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a un varón a ocho años y seis meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa por golpear con una porra de madera a una mujer, a la que también apuñaló, trató de asfixiar y le llegó a clavar en la sien un pincho de trinchar pollos en un domicilio de Basauri.
Según refleja la sentencia, fechada el pasado 13 de julio y contra la que cabe la interposición de un recurso de casación, el ahora condenado, de 48 años y natural de Burkina Fasso, acudió el 3 de mayo de 2016 al domicilio de la víctima, situado en el municipio vizcaíno de Basauri.
Tras acceder al interior del inmueble, y por motivos no aclarados, el varón golpeó a la mujer en la cabeza con una porra de madera "guiado por el ánimo de acabar con su vida". Tras caer al suelo, la víctima siguió sufriendo golpes en la cabeza hasta que la porra de madera se rompió.
Después, y tras arrastrar a la mujer hasta una habitación, la tumbó en la cama donde "con propósito de eliminarla" usó una daga ornamental sin filo para tratar de cortarle el cuello. De igual modo, utilizó otro cuchillo para apuñalarla en el tórax y le produjo cortes en el labio y cara, "causándole de manera gratuita una mayor agonía".
También recurrió a una almohada con la que trató de asfixiarla lo que la provocó una fractura abierta en la nariz. Durante la refriega ambos cayeron al suelo lo que causó una rotura de brazo a la víctima.
Después, el agresor mantuvo a la mujer desnuda de cintura para abajo y llegó a colocar en sus genitales un pincho de trinchar pollos con el que le amenazaba cada vez que se quejaba o hacía ruido. Por último, cuando la pareja del agresor llegó al domicilio, el ahora condenado clavó en la sien de la víctima el pincho de trinchar pollos y abandonó el domicilio.
La mujer fue trasladada al hospital baracaldés de Cruces donde quedó ingresada con fracturas de nariz, cúbito y quinto metacarpiano, hematomas y múltiples cortes y heridas en el cuerpo. Las lesiones y sus complicaciones evolutivas precisaron para su estabilización un período de 90 días de los que 39 fueron en régimen hospitalario.
Como consecuencia, la mujer padece secuelas en el brazo y mano, además de cicatrices en múltiples zonas y un transtorno adaptativo ansioso-depresivo.
La Audiencia Provincial de Bizkaia refleja en la sentencia el ensañamiento mostrado por el agresor y lo ha condenado como autor responsable de un delito de asesinato en grado de tentativa a la pena de ocho años y meses de prisión, así como a la prohibición de acercarse al domicilio y lugar de trabajo de la víctima a una distancia inferior a 300 metros por tiempo de 18 años y seis meses. Asimismo, deberá indemnizarla con 57.477 euros.