La Fiscalía y la acusación particular piden 18 y 20 años de cárcel respectivamente
SAN SEBASTIÁN, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La defensa del hombre que está siendo juzgado en San Sebastián por presuntamente asesinar con arma blanca a su hijo de 13 años a finales de 2011 en el barrio de El Antiguo de la capital guipuzcoana dice que "hay que esperar a las pruebas" y asegura que su cliente está "destrozado" ante el hecho de que se le acuse del crimen del niño.
El juicio ha arrancado este lunes, a las 09.30 horas, en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa con la elección del jurado popular con 11 miembros. De manera previa, el abogado de la defensa, Miguel Castells, ha explicado a los medios de comunicación que los abogados no hablan, sino que prueban y, por ello, ha afirmado que "habrá que esperar a las pruebas".
Además, ha explicado que el acusado, que presuntamente habría matado a su hijo, Julen, para vengarse de su mujer de la que se estaba separando, se encuentra en tratamiento psiquiátrico, "desde hace mucho tiempo", ya que, tras "sufrir la muerte repentina y violenta de su hijo" y ser acusado como autor de la misma, lo que niega, "está destrozado".
ACUSACIONES
El ministerio público, representado por el fiscal Jorge Bermúdez, y la acusación particular, con el abogado Iñigo Iruin representando a la madre del menor, piden para el acusado 18 y 20 años de cárcel, respectivamente. La defensa, por su parte, pide la libre absolución y argumentará que fue el menor quien se clavó él mismo un cuchillo en el pecho.
Los hechos ahora juzgados tuvieron lugar el 1 de diciembre de 2011 cuando el cadáver del menor fue encontrado en la vivienda familiar del barrio de El Antiguo, vacía desde que sus padres iniciaron el proceso de divorcio. Está previsto que el acusado declare este martes.