BILBAO 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La defensa de Pablo Ibar, preso de origen vasco que se
que permanece en la actualidad recluido en la prisión de Okeechobee (Florida), tras ser declarado culpable de un triple crimen, ha presentado un nuevo recurso obligada por el tribunal de apelaciones de miami que limitó la extensión del escrito casi a la mitad. El abogado, que pidió que no se redujese su documento por la trascendencia y complejidad del caso, ha realizado otro texto, con todas "las irregularidades" cometidas en todo el proceso que, a su juicio, suponen vulneraciones constitucionales, y que deberían llevar a un nuevo juicio.
Ibar, sobrino del ex boxeador guipuzcoano 'Urtain', fue declarado culpable del triple crimen que acabó con las vidas de Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno y propietario de la vivienda donde se perpetraron los delitos, y de las jóvenes Sharon Anderson y Marie Rogers.
Según ha señalado que la Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo, "la lucha" del preso por demostrar su inocencia "ha sido desde sus inicios una carrera de obstáculos, y no parece que vaya a ser diferente tampoco a partir de ahora".
De esta forma, explica que el abogado Joe Nascimento, que representa al preso de origen vasco en el proceso judicial en el que sigue inmerso, ha tenido que "salvar un nuevo escollo", tras verse obligado a modificar el escrito de apelación que presentó el pasado mes de julio.
El Tribunal de Florida competente en la materia instó al letrado a reducir casi a la mitad el texto que había confeccionado y en el que se exponían los argumentos que sustentan su petición de anulación de la cadena perpetua que actualmente pesa sobre Ibar y la celebración de un nuevo juicio.
Una vez modificado el nuevo recurso, ya reformado ha sido presentado. El registro se efectuó este pasado viernes ante el Tribunal de Apelaciones del 4 Distrito del Estado de Florida, órgano que había acordado devolver el texto anterior, al estimar que la extensión del mismo excedía de las 10.000 palabras, límite establecido para este tipo de trámites.
Nascimento, aun cuando era conocedor de esta circunstancia, elaboró un recurso que superaba la cifra exigida por los jueces, amparándose en causas justificadas, como son la trascendencia del caso, su complejidad -con tres juicios ya celebrados y decenas de testigos e informes periciales,- y la dilación que ha existido, ya que se trata de hechos que acontecieron hace ya casi tres décadas.
Por todo ello, pidió a la Sala la admisión del escrito inicial en toda su amplitud y donde reflejaba de manera pormenorizada los motivos del recurso. No obstante, los jueces desatendieron su demanda y le instaron a modificar el documento, un hecho que perjudica a la defensa, pues le impide desarrollar "con la precisión que el caso requiere las injusticias que se cometieron en el último juicio", tal como destacada la Asociación.
ARGUMENTOS
El letrado, por tanto, ha reconfigurado su escrito, aunque mantiene los mismos argumentos que ya desveló en el mes de julio. Joe Nascimento, que formó parte del equipo de abogados que defendió a Pablo Ibar en el juicio anterior, mantiene su solicitud de repetición del juicio por "las numerosas irregularidades y decisiones de parcialidad" en las que incurrió el juez Dennis Bailey, quien dirigió el último proceso, y al que acusa de vulnerar derechos constitucionales.
El abogado de sostiene que el tribunal de primera instancia de Broward County "abusó de su discrecionalidad" y "cometió graves errores jurídicos". En este sentido, Nascimento asegura que "violó los derechos constitucionales" del acusado a un jurado justo e imparcial, al denegar, entre otras cuestiones, "la moción de la defensa de sacar al jurado de la sala cuando el Estado se refirió de manera inadmisible al derecho constitucional del acusado a guardar silencio, implicando que su silencio era una admisión de culpabilidad, lo cual constituye una clara violación de la Quinta Enmienda de la Constitución".
También entiende que el mismo órgano judicial no actuó de manera imparcial cuando prohibió a la defensa interrogar a testigos "clave" para los intereses del procesado, o cuando admitió la declaración sobre una rueda de reconocimiento fotográfica de otro testigo que dijo haber visto el día de los hechos a Ibar a bordo del Mercedes de Casimir Sucharski, una de las víctimas.
La defensa señala al respecto que los procedimientos puestos en práctica por los agentes que investigaron los hechos "fueron innecesariamente sugestivos" y condujeron al testigo "a una probabilidad sustancial de identificación errónea". También añade que la introducción de esta prueba "no fue inocua".
Joe Nascimento argumenta que el juez vulneró el derecho constitucional de Ibar a un proceso con todas las garantías y su derecho a la contradicción, al prohibir que la defensa interrogase al especialista del Estado en materia de ADN sobre anteriores casos de contaminaciones cruzadas que se produjeron en el Laboratorio de Criminalística del Sheriff del Condado de Broward.
En esta línea, recuerda que la Fiscalía aportó para este juicio, de manera un tanto sorpresiva, una camiseta que contenía unas minúsculas muestras de ADN de Pablo Ibar. La defensa ha venido sosteniendo que dicha muestra, en todo caso, fue fruto de una contaminación que se produjo en el laboratorio.
En la apelación se critica también la "conducta inapropiada" del fiscal Charles Morton, quien en el alegato final negó a Pablo Ibar su "derecho constitucional a un juicio justo". Cree el abogado que, una vez más, el juez abusó de su discrecionalidad cuando desestimó la protesta de Pablo Ibar después de que el fiscal pusiese fin a su informe con una "declaración incendiaria". Chuck Morton llegó a decir al jurado que "no permitiera que este hombre se salga con la suya y se libre de haber cometido un asesinato".
Con la apelación presentada ahora por segunda vez, Pablo Ibar pretende demostrar que "no tuvo participación alguna" en los tres asesinatos que se le imputan y que se cometieron hace 27 años en un domicilio de Miramar, localidad próxima a Miami.
El nuevo texto presentado por Nascimento será trasladado a la Fiscalía para que, a su vez, efectúe las alegaciones que estime oportunas. A continuación, la defensa dispondrá de un nuevo turno para replicar los argumentos de la acusación.
Será entonces, cuando el Tribunal de Apelaciones examinará los posicionamientos de las partes y abrirá un proceso de deliberación antes de emitir su decisión, que será la de repetir nuevamente el juicio o denegar la petición. La resolución, según fuentes de la defensa, podría demorarse un año. En el caso de que la apelación no prosperase en esta fase, la defensa acudirá al Tribunal Supremo de Florida.
CRIMEN
Pablo Ibar, que permanece en la actualidad recluido en la prisión de Okeechobee (Florida), fue declarado culpable del triple crimen que acabó con las vidas de Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno y propietario del chalet donde se perpetraron los delitos, y de las jóvenes Sharon Anderson y Marie Rogers.
Los tres fueron asesinados por dos individuos que irrumpieron en la vivienda. La secuencia de los hechos fue grabada por una cámara de vídeo situada en el salón de la casa, que, en un momento determinado, capta el rostro de un joven con rasgos latinos que la Policía identificó con Pablo.
Sin embargo, en el último juicio celebrado entre 2018 y 2019 quedó acreditado, incluso por peritos de la acusación, que dicho vídeo no tenía la calidad de imagen suficiente para realizar ninguna identificación.
La Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo continúa trabajando en la recaudación de fondos entre las instituciones, organismos y también entre la ciudadanía que permitan costear la apelación. El presupuesto para esta fase es de 200.000 dólares (164.200 euros). La asociación mantiene una campaña de crowdfunding para ello.