Los salarios de los hombres superan en un 18% al de las mujeres en Euskadi, lo que supone 5.914 euros más al año
VITORIA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La directora de Emakunde, Miren Elgarresta, se ha fijado como meta que Euskadi se sitúe en 2030 entre los países europeos con menor brecha salarial entre mujeres y hombres. En la actualidad, los salarios de los trabajadores superan en un 18% al de las trabajadoras en Euskadi, lo que supone 5.914 euros más al año
Elgarresta ha participado este martes, en Vitoria-Gasteiz, en la
presentación de dos cupones de la ONCE dedicados al 'Día de la Igualdad Salarial', que se celebra este próximo miércoles, y al 8 de marzo, 'Día Internacional de las Mujeres'.
La directora de Emakunde ha recordado que la brecha salarial entre hombres y mujeres "es un problema complejo, de carácter estructural y multidimensional", por lo que "en su abordaje deben participar todos los agentes y ámbitos implicados", según ha informado Emakunde en un comunicado.
La responsable del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde ha afirmado que la 'Estrategia para la igualdad salarial' del Gobierno
Vasco "es un ejemplo" de esta labor conjunta, dado que implica a siete departamentos del Ejecutivo.
En el marco de esta estrategia, se está impulsando el 'Plan
Operativo de Acción 2022-2025', que tiene como objetivo que, para el año 2030, Euskadi "se sitúe entre los países europeos con menor brecha salarial", según ha explicado.
En estos momentos, la brecha salarial en Euskadi se sitúa
en el en el 17,9%, que se traduce en que un hombre cobra de media 5.914 euros más al año que una mujer.
SEGREGACIÓN OCUPACIONAL
Entre los retos para reducir la brecha salarial, la directora de Emakunde ha destacado la reducción de la segregación ocupacional por sexo, que es el factor que más incide, hasta en un 35%, en la brecha salarial.
Asimismo, se ha mostrado partidaria de profundizar en una educación "desde la igualdad y para la igualdad", de ir superando los roles y estereotipos de género, y de favorecer la corresponsabilidad social.
Elgarresta considera que se han de "democratizar" los cuidados, procurando un nuevo equilibrio del cuidado institucional, personal y familiar.