Foto: Europa Press
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Denuncia que el Ejecutivo ha querido influir en el Poder Judicial "de manera escandalosa" en los últimos meses
BILBAO, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Gobierno vasco y consejero de Justicia y Administración Pública, Josu Erkoreka, cree que la renuncia del Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, es "la gota que colma el vaso" de la "insoportable presión" del Gobierno hacia el Poder judicial. Además, ha asegurado que en los últimos meses el Ejecutivo de Rajoy ha querido influir "de manera escandalosa" en la Judicatura y en la Fiscalía.
Tras el World Café de presentación del 'Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana de Euskadi', que se ha celebrado en el Archivo Histórico, Erkoreka ha destacado que la renuncia de Torres-Dulce "ha sido la gota que culminaba el vaso de un proceso crecientemente insoportable de interferencias, injerencias y presiones del Gobierno sobre el Poder Judicial".
"Espero que el Ejecutivo tome nota de la lección y que se enmiende en lo que queda de legislatura, sea mucho más respetuoso con los agentes que intervienen en el ámbito judicial, respetando escrupulosamente, como le exige el ordenamiento jurídico, no sólo la independencia de los jueces, sino también la independencia de la Fiscalía", ha indicado.
En este sentido, ha emplazado a que "lleve a cabo su actuación en todos los ámbitos judiciales con estricta independencia y absteniéndose de ejercer la presión y las influencias, como ha pretendido hacer durante los últimos meses de una manera escandalosa e insoportable, tanto que han provocado la dimisión del Fiscal General del Estado", ha indicado.
"EQUILIBRIO"
A su juicio, Eduardo Torres-Dulce "había desarrollado su función con reconocimiento y un equilibrio bastante razonable, dentro de las dificultades en las que se mueve un órgano de estas características".
El representante del Gobierno vasco cree que, en este caso, "se acumulan muchas experiencias del propio Fiscal General del Estado con el Gobierno, todas ellas relacionadas con el ejercicio de presiones y con las injerencias del Ejecutivo" en decisiones que "sólo correspondía adoptar a la Fiscalía General y, además, en estricta libertad y con absoluta independencia".
"Seguramente, obedece solo a eso, pero es un indicador de que la actitud del Gobierno respecto a La Fiscalía General del Estado ha sido de presión e injerencia permanente en su labor", ha insistido.
A su juicio, todo ello "ha desembocado en una situación insostenible, que ha llevado al Fiscal General del Estado a tomar esta decisión porque las razones personales que ha aducido", ponen de manifiesto que "los motivos reales de la dimisión son de cualquier tipo menos personales".