Afirma que "la fortaleza de Euskadi en el mundo se proyecta en cierta medida" desde la Torre, que cumple diez años
BILBAO, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha afirmado que la Torre Iberdrola, que alberga los centros de decisión de la compañía, se ha convertido en "símbolo del anclaje" de Iberdrola en Euskadi y "emblema" de la ciudad de Bilbao.
"La fortaleza de Euskadi en el mundo se proyecta en cierta medida desde aquí. Esta es nuestra casa y también la de todos los bilbaínos. Su grandeza es una expresión de liderazgo global de Iberdrola, pero sobre todo de nuestro gran compromiso con la creación de progreso, riqueza y bienestar en el entorno. Multitud de empresas vascas que nos acompañan desde hace décadas pueden dar testimonio de ello", ha indicado, sumándose así a la celebración del décimo aniversario de la Torre Iberdrola.
En un mensaje de video con motivo de la efeméride, Galán ha destacado el orgullo por las raíces vascas de Iberdrola, por lo que ha dicho que "no puede haber mejor sitio desde el que seguir creciendo y abriéndose al mundo". "Tenemos que felicitarnos por estos 10 años y desear que todo lo bueno que simboliza esta torre, continúe", ha finalizado.
Por su parte, el presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, ha subrayado "el importante esfuerzo inversor que supuso la construcción de la Torre, que se ha convertido en el eje de negocios de la ciudad, una especie de 'hub' que acoge a las primeras firmas que operan en Bilbao, en especial a las del ámbito financiero". "Por ello, el edificio ha logrado reforzar el posicionamiento de Bilbao como plaza financiera dentro del ecosistema económico, lo cual es de gran trascendencia", ha agregado.
INAUGURACIÓN
El 21 de febrero de 2012 se inauguró oficialmente Torre Iberdrola Bilbao. Diseñado por César Pelli, una década después, es uno de los edificios más emblemáticos del País Vasco y una consolidada sede de medio centenar de empresas reconocidas. Entre ellas, es sede de la compañía energética Iberdrola.
Torre Iberdrola Bilbao, participada en un 68,2% por Iberdrola y en un 31,8% por Kutxabank, fue inaugurada oficialmente el 21 de febrero de 2012. Iberdrola instaló la sede social del grupo en las ocho plantas superiores del edificio, y empresas del grupo Kutxabank se instalaron en tres plantas, junto con los primeros inquilinos, en septiembre de 2011.
Tan solo un año después de su inauguración, en 2013, el edificio recibe la prestigiosa certificación LEED CS Platino, que reconoce los proyectos más respetuosos con el medio ambiente, más saludables, ambientalmente más responsables y con estructuras más rentables. Se convierte así en el primer edificio a nivel nacional que obtiene esta prestigiosa certificación.
"Un edificio con esta certificación tiene implantadas medidas de eficiencia y bienestar diferenciales en aspectos fundamentales como la renovación 'Internal Use' de aire, la climatización, la iluminación, los accesos que, en estos años, se han convertido en una prioridad estratégica para las empresas, y en aspectos determinantes en la elección de los espacios de trabajo", ha destacado Iberdrola.
Con foco en la reducción del impacto medioambiental, la sostenibilidad, certificada en Torre Iberdrola, conlleva una mejora de la productividad, protección y salud de los usuarios. Además de servicios de transporte respetuosos con el entorno, como son las plazas de aparcamiento de bicicletas y para vehículos eléctricos con puntos de recarga que se complementan con una rápida conexión a la red de transporte público.
TORRE IBERDROLA EN CIFRAS
Diseñado por el arquitecto argentino César Pelli, tardó cinco años en construirse. La estructura se levantó en 51 semanas y, en su construcción se emplearon 8.500 toneladas de acero y 60.000 de hormigón. Con sus 165 metros de altura distribuidos en 41 plantas, es el edificio más alto de Euskadi y el noveno edificio más alto de España, un prisma cuyos vértices se unen simbólicamente a una altura de 1.000 metros.
Sus 50.000 m2 de espacio para oficinas lo convierten en el mayor edificio de oficinas de Euskadi. Su espectacular fachada de 20.000 m2, equivalente a dos campos de fútbol, se compone de unos 5.000 paneles de vidrio. Para limpiar la fachada al completo se necesitan ocho meses.
Los desplazamientos por el edificio se realizan a través de 22 ascensores y cuatro montacargas que avanzan a una velocidad de 6 metros por segundo. En sus diez años de historia han realizado más de 3 millones de viajes.
En Torre Iberdrola trabajan alrededor de 2.000 personas y hasta marzo de 2019 (inicio de la pandemia) ha recibido hasta 3.451 visitas al mes. Torre Iberdrola, además, destaca por ser un edificio con un ahorro de hasta un 20% del consumo energético.