Unas 40 familias podrán volver a sus casas en marzo y otras tantas seguirán desalojadas por los importantes daños de sus viviendas
BILBAO, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Representantes del Gobierno vasco, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Ondarroa se reunirán este miércoles para abordar la financiación de las obras por el derrumbamiento el pasado mes de marzo de la ladera de Kamiñalde, que obligó a 176 familias de Ondarroa a abandonar sus viviendas por el peligro para su integridad física.
Según han informado fuentes del Ayuntamiento de Ondarroa a Europa Press, el encuentro tendrá lugar en el Palacio foral a las doce y media del mediodía. El alcalde de la localidad vizcaína, Zunbeltz Bedialauneta, anunció en su día que el coste de los trabajos se eleva a 17 millones de euros, una cifra que Ondarroa "no puede asumir en solitario".
El Consistorio vizcaíno aportó 2 millones de euros y la Diputación otros 500.000 euros, por lo que los responsables municipales de Ondarroa mantienen reuniones con distintas administraciones para obtener financiación para sufragar el total de las obras.
"Las facturas siguen llegando al Ayuntamiento, que no tiene dinero para hacer frente a esos pagos, aunque no hay peligro de que se paren las obras", han indicado las citadas fuentes.
Un total de 84 familias de la calle San Ignazio de Ondarroa siguen fuera de sus casas desde que fueran desalojados el pasado mes de marzo por el desprendimiento de tierras de la ladera de Kamiñalde. Los trabajos en la ladera siguen en calendario previsto, por lo que a finales de febrero o principios de marzo de 2017 podrán volver a sus hogares la mitad de ellas, ya que en cerca de 40 viviendas sufren importantes daños, que las hacen inhabitables.
Las labores de limpieza de Kamiñalde se prolongarán más allá de marzo de 2017 pero ya no supondrán un peligro para las familias de la calle San Ignazio que ocupen sus hogares. Las obras para reparar los daños causados por el desprendimiento incluyen la retirada de tierra procedente de la ladera, el desmonte, los gastos de las expropiaciones de los terrenos en los que se ha acumulado la tierra y la reparación de los daños causados en las viviendas.
El Ayuntamiento de Ondarroa se reúne dos veces por semana con los vecinos afectados para informarles de cómo van los trabajos y las conversaciones para lograr financiación para sufragar las obras.