Se está tramitando la autorización especial para el tratamiento aéreo con óxido cuproso en primavera de 2019, entre otras acciones
SAN SEBASTIÁN, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las diputaciones forales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa y el Gobierno Vasco han refrendado su respaldo al sector forestal vasco con la firma de un manifiesto institucional y la puesta en marcha de un plan de actuación contra la enfermedad del pino, denominada 'banda marrón' y que afecta al 33,15% del pino insignis de Euskadi, que se articula en la 'Estrategia vasca para la recuperación de bosques de coníferas'.
Esta estrategia contempla tres ámbitos principales de acción, como son el de la generación de conocimiento en torno a la enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal de los tres territorios, el de las medidas para hacer frente a esta enfermedad y el de la recuperación del sector.
La iniciativa, que está abierta a las modificaciones que sea necesario realizar en función de la evolución de la situación en cada momento, ha sido presentada este jueves en San Sebastián por la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, la diputada de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial de Gipuzkoa, Ainhoa Aizpuru, el diputado foral de Agricultura de Álava, Eduardo Aguinaco, y por la diputada foral de Sostenibilidad y Medio Natural de Álava, Elena Unzueta.
El plan es fruto del trabajo desarrollado por las instituciones vascas a lo largo del último año y parte del diagnóstico realizado en el grupo asesor de sanidad forestal creado en octubre de 2017, en el que participan representantes del sector y la administración. Teniendo en cuenta ese diagnóstico, la dimensión del sector y la afección actual de la enfermedad, toma como punto de partida las líneas estratégicas de la política forestal vasca para establecer las actuaciones a desarrollar.
La gestión forestal sostenible o el desarrollo de una actividad forestal económicamente rentable, el mantenimiento de la superficie forestal, el refuerzo de un sector forestal profesional, entre otras cuestiones, se convierten en el eje sobre el que pivota el planteamiento de las medidas a adoptar. El establecimiento de los tres ámbitos de actuación permitirá a las instituciones vascas actuar "abarcando toda la dimensión de esta situación excepcional".
GENERACIÓN DE CONOCIMIENTO
Con respecto a la generación de conocimiento en torno a esta enfermedad y la afección que tiene en la superficie forestal de los tres territorios, Eduardo Aguinaco ha explicado que las líneas de actuación irán encaminadas, por un lado, a dimensionar las zonas afectadas y la evolución de la enfermedad, clasificar superficies por grado de afección y estudiar el comportamiento de la enfermedad, su ciclo biológico y capacidad de persistir en los restos tras la tala.
Por otro lado, se trabajará en la búsqueda de una solución con la aplicación experimental de distintos tratamientos en monte, la identificación de prácticas de éxito en otros lugares y el intercambio de información con expertos, además de en la investigación y recopilación de información de cara a definir los productos, dosis y momentos a realizar los tratamientos. Del mismo modo, y entre otras cosas, se estudiará la influencia de factores climáticos en la extensión de la enfermedad.
Elena Unzueta, por su parte, ha lanzado un "mensaje de tranquilidad", ya que, según ha destacado, "este trabajo coordinado es la mejor forma de afrontar este problema". En ese sentido, ha detallado que las medidas para hacer frente a la enfermedad tratan de responder a cuestiones relacionadas con la prevención de la enfermedad, el tratamiento de la misma y su aplicación, o la búsqueda de alternativas.
En este ámbito, se está tramitando con el Ministerio la autorización especial para el tratamiento aéreo con óxido cuproso (un trámite imprescindible para poder realizar este tratamiento que en otros lugares ha dado resultado con hongos similares al que está afectando a los pinos en la CAV), con el objetivo de poder aplicar el tratamiento en primavera de 2019, periodo en el que es más efectivo.
Además, se importarán plantas resistentes a esta enfermedad, para lo que ya se trabaja con otros países, se reforzarán las medidas preventivas en los Planes de Ayudas Forales y se elaborará una guía que recogerá las prácticas forestales recomendadas para estos casos.
También se reforzarán los planes de ayudas forales para incentivar la corta de masas muy afectadas y la repoblación, se simplificarán y agilizarán los trámites administrativos para las cortas, se preparará la infraestructura técnico-administrativa necesaria para realizar tratamientos, se designarán zonas de cortas prioritarias y áreas de corta para limitar la expansión de la enfermedad, y se organizarán áreas de almacenamiento de madera cortada para su venta paulatina.
RECUPERACIÓN DEL SECTOR
En el ámbito de la recuperación del sector, Ainhoa Aizpuru ha apuntado que se va a identificar y experimentar con especies que sean resistentes a la enfermedad y, al mismo tiempo, interesen desde el punto de vista comercial al sector; se promoverá la utilización de semillas con origen de garantía y se realizarán proyectos de caracterización de diferentes especies.
Asimismo, se diseñarán proyectos para hacer plantaciones experimentales en los montes forales, se reforzará el plan de ayudas forestales para incentivar la tala de plantaciones enfermas y la reforestación con especies resistentes y se buscarán y reproducirán pinos resistentes a la enfermedad.
En el manifiesto conjunto entre las cuatro instituciones vascas, se recuerda que en Euskadi la superficie arbolada alcanza un 54% de la superficie total, uno de los porcentajes más elevados de la UE, y que el sector forestal-madera representa el 1,5% del PIB de Euskadi y emplea alrededor de 21.000 personas.
"Es innegable la importancia de la actividad forestal y de la madera, responsable de gestionar y cuidar nuestros bosques, que son una seña de identidad de nuestro paisaje y cumplen una importante función económica, ecológica y social", remarcan.
En esa línea, explican que la 'banda marrón' afecta al 33,15% del pino insignis de Euskadi, algo que supone "una situación excepcional". Por ello, se comprometen a "seguir trabajando para atajar los efectos nocivos que hayan sufrido y que puedan sufrir en el futuro", así como para "potenciar los rasgos característicos de los bosques de Euskadi, núcleos de diversidad de especies y de convivencia entre la actividad humana y la biodiversidad".
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