BILBAO, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Gobierno vasco y consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, ha asistido este sábado, junto a la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro, a la exhumación de los restos de un combatiente hallados en el monte Urkullu, en el término municipal de Larrabetzu (Bizkaia).
La exhumación se ha llevado a cabo por un grupo de técnicos de la Sociedad Aranzadi, dirigidos por el antropólogo forense Paco Etxeberria. El acto ha contado, además, con la presencia del alcalde de Larrabetzu, Iñigo Gaztelu, y miembros de la corporación municipal, ha informado el Gobierno vasco.
El hallazgo de los restos de este combatiente se realizó en enero del pasado año durante una prospección de rutina llevada a cabo por técnicos de Aranzadi en la ladera sur de la cota denominada Atxa del monte Urkullu, situado entre los municipios vizcaínos de Gamiz-Fika, Morga y Larrabetzu.
En el enterramiento se hallaron restos que parecen corresponder a dos huesos de brazo, y algunos huesos indeterminados. Junto a ellos se encontraron, además, una hebilla de ceñidor del Gobierno Provisional Vasco y un par de cartuchos completos para fusil tipo máuser.
Las investigaciones apuntan a que los restos hallados corresponden a un combatiente que murió en las operaciones militares que tuvieron lugar en la crestería del monte Urkullu en junio de 1937, durante la ofensiva llevada a cabo por las tropas franquistas contra el cinturón defensivo que protegía la Villa de Bilbao, también llamado Cinturón de Hierro.
La de hoy, es la cuarta exhumación que se lleva a cabo en Larrabetzu. Las tres anteriores se realizaron en enero del pasado año y corresponden a dos combatientes sin identificar y al miliciano Ramón Portilla Acedo del batallón "Celta" de la CNT.
PLAN DE FOSAS
El Gobierno vasco lleva trabajando desde 2002 en la búsqueda e identificación de personas desaparecidas durante la Guerra Civil. A finales de 2015 se presentó el Plan Vasco 2015-2020 de investigación y localización de fosas.
Este año se han realizado dos exhumaciones, la primera en el monte Txaldatxur de San Sebastián, el pasado 28 de enero, y la de este sábado, en el monte Urkullu de Larrabetzu.
A este respecto, el consejero Erkoreka ha destacado que cada exhumación tiene "peculiaridades que le distingue de las demás" y ha incidido en que en los restos hallados este sábado "no corresponden de un malhechor sino a una persona cuyo único mal fue asumir un compromiso en defensa de un régimen democrático y de libertades".
"Es preciso activar todos los mecanismos y protocolos que preconiza la ONU en relación con estas situaciones: la memoria, la justicia y la reparación de una persona que perdió su vida de manera injusta", ha añadido.
Por otro lado, ha destacado la "dimensión política-simbólica" del caso, ya que entre los restos exhumados se ha hallado una hebilla con el escudo del Gobierno vasco del lehendakari Agirre, "el inmediato precedente del actual Gobierno vasco". "Esa hebilla simbolizaba un anhelo de libertad que en Euskadi compartía mucha gente", ha finalizado.