SAN SEBASTIÁN 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una investigación en la que participa el Donostia International Physics Center (DIPC) junto a Científicos del CiQUS, ICN2, Universidad de Cantabria y DTU desarrolla un método versátil para construir nanocircuitos de carbono "con propiedades ajustables". Entre las posibles aplicaciones hay "futuros dispositivos electrónicos, circuitos para computadores cuánticos y nanomateriales termoeléctricos para energías renovables", según han explicado desde el centro de investigación donostiarra.
El equipo de investigadores dirigido por el profesor Aitor Mugarza, del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) e ICREA, junto con el profesor Diego Peña, del Centro de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la Universidad de Santiago de Compostela (CiQUS-USC), el doctor César Moreno, antiguo miembro del equipo del ICN2 y, actualmente investigador en la Universidad de Cantabria, y la doctora Aran García-Lekue, del DIPC y la Fundación Ikerbasque, ha hecho algo análogo, pero a escala de un solo átomo, con el objetivo de sintetizar nuevos materiales basados en carbono "con propiedades ajustables".
Como se explica en un artículo que acaba de publicar la revista Journal of the American Chemical Society (JACS), esta investigación
"supone un avance significativo en la ingeniería precisa de materiales de delgadez atómica; por su reducida dimensionalidad".
Además, desde el DIPC han señalado que "la técnica de fabricación
propuesta abre nuevas y apasionantes posibilidades para la ciencia de materiales y, en particular, para su aplicación en electrónica avanzada y futuras soluciones para la energía sostenible".
Los autores de este estudio sintetizaron una nueva estructura de grafeno nanoporoso conectando tiras de grafeno ultra estrechas, conocidas como 'nanoribbons' mediante puentes formados por porciones de moléculas de fenileno.
"Modificando de forma continua la arquitectura y el ángulo de estos puentes, los científicos pueden controlar la conectividad cuántica entre los canales de los 'nanoribbons' y, en última instancia, afinar las propiedades electrónicas de la nanoarquitectura de grafeno", han explicado las mismas fuentes. El ajuste podría también ser controlado mediante estímulos externos, como deformación o campos eléctricos.