Kontseilua reclama que ley de Educación necesita más euskera, con un modelo inclusivo generalizado y evaluación externa

BILBAO 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Euskalgintzaren Kontseilua ha reivindicado que el anteproyecto de Ley de Educación, aprobado este martes por el Consejo de Gobierno Vasco, "necesita más euskara" y ha afirmado que seguirá realizando aportaciones para mejorar su contenido. En este sentido, ha defendido que la ley debe "hacer suyos los elementos más positivos recogidos en el pacto educativo" aprobado en el Parlamento, entre ellos, "el modelo inclusivo generalizado" y la evaluación externa de las competencias lingüísticas.

La organización, que reúne a agentes sociales en favor de la normalización del euskara, ha realizado una "valoración agridulce" del texto, en el que ve "con buenos ojos" algunos elementos como "la definición del perfil de salida B2 para asegurar la competencia lingüística" del alumnado o "la consideración del conocimiento de la cultura vasca".

Sin embargo, ha lamentado que el anteproyecto de Ley no recoge "las principales demandas de la mayoría de la comunidad educativa y sindical en torno al euskara" y ha destacado que el texto aprobado no recoge "algunos elementos positivos" del Pacto Educativo, como "el modelo inclusivo generalizado".

Kontseilua ve "falta de concreción" y, en esta línea, ha señalado que, si bien es "interesante" que en la exposición de motivos se recoge que el euskara "es una lengua minorizada". Sin embargo, a medida que avanza el documento, "no se desarrolla en las medidas".

"Lo mismo ocurre con los objetivos concretos que se han marcado respecto a la euskaldunización", ha advertido. Así, ha criticado que, en la exposición de motivos se toma como objetivo garantizar el dominio de las dos lenguas oficiales por parte de todo el alumnado, pero "después no se recoge en su desarrollo".

Kontseilua ha criticado que, entre los fines del sistema educativo, el texto recoge "promover la capacitación comunicativa de todo el alumnado en las dos lenguas oficiales, adaptándola a la situación real", algo que ve "preocupante" porque el sistema educativo "no puede basarse en fomentar que los alumnos adquieran las competencias adecuadas", sino que "debería ser una obligación". En este sentido, ha alertado de que supondría "un retroceso en los objetivos" con respecto a la Ley de Educación de 1993.

También ha apuntado que el proyecto señala que el sistema educativo es "un marco plurilingüe e intercultural" y "articulado en torno al euskara", pero no especifica "cómo debe interpretarse un sistema plurilingüe en cuanto al modelo lingüístico, cómo deberá aplicarse cada centro, ni cómo será la exposición horaria en cada idioma".

A su entender, la determinación de las horas mínimas de exposición "es fundamental para la euskaldunización de las nuevas generaciones", ya que, según ha subrayado, "se ha demostrado que los alumnos y alumnas que han trabajado más tiempo en euskara en la escuela han sido los que más han avanzado en el aprendizaje de la lengua".

Por tanto, ha reclamado que la ley debe recoger "con la mayor precisión posible, que el euskara será la lengua vehicular para impedir posibles interpretaciones restrictivas por parte de los tribunales o gobiernos del momento".

Por otro lado, ha incidido en que, si bien es "oportuno" que la ley recoja que todo el alumnado deberá obtener el perfil de salida B2 en euskara, "el establecimiento de objetivos, en sí mismo, no implicará el logro del conocimiento del euskara por parte de todo el alumnado".

Por otra parte, Kontseilua considera oportuno "atender al nivel socioeconómico del alumnado", pero ha reiterado que las medidas en función de las características sociolingüísticas del entorno "no pueden suponer, en cualquier caso, una reducción de la exposición horaria en euskara".

Por el contrario, a su entender, "para garantizar su euskaldunización es imprescindible que el alumnado con menos euskara reciba más euskara, con los recursos materiales y pedagógicos que ello requiere". También ha advertido de que "falta establecer el perfil de salida que deberán tener los centros de Formación Profesional, así como determinar "cómo se garantizará el logro de la competencia lingüística".

En lo que se refiere a la evaluación, Kontseilua ha precisado que se recoge que el Gobierno regulará los instrumentos de evaluación "pero sin especificar si habrá una evaluación externa que debería ser imprescindible". En este sentido, ha afirmado que es "insuficiente" que la evaluación de las competencias lingüísticas del alumnado sea realizada por el propio profesorado, aunque la administración regule los instrumentos.

MEJORAS

Por todo ello, la organización considera que el proyecto de ley "necesita mejoras". En su opinión, "hay que hacer un reconocimiento a la aportación que ha hecho el sistema educativo en las últimas décadas", teniendo en cuenta que "miles y miles de ciudadanos y ciudadanas se han euskaldunizado gracias a él", pero todavía se está "lejos de la universalización del conocimiento del euskara y hoy por hoy a muchos alumnos y alumnas no se les garantiza el derecho a adquirir una competencia adecuada en esta lengua".

De este modo, ha destacado que "los datos muestran que el actual sistema de modelos presenta brechas, pero aun así el modelo con el euskara como lengua vehicular ha sido el más exitoso".

Además, ha advertido de que, en el actual "mundo globalizado y digitalizado", también "se han multiplicado los retos al euskara" y, para que en las próximas décadas se mantenga "su vitalidad", urge que el sistema educativo "dé un salto real desde el punto de vista lingüístico".

"Hay mucho en juego y Kontseilua defenderá los mínimos expuestos para lograr la normalización del euskara", ha manifestado. En este sentido, considera que "aún hay la posibilidad de mejorar el proyecto de ley" y, por ello, seguirá realizando aportaciones.

En su opinión, la ley debe "hacer suyos los elementos más positivos recogidos en el pacto educativo" que el Parlamento aprobó "con una amplia mayoría", entre ellos "el modelo inclusivo generalizado" y la evaluación externa de las competencias lingüísticas.