Con salida y llegada en Bilbao, la prueba transcurre sin incidentes a la espera de la jornada de mañana entre Vitoria-Gasteiz y San Sebastián
BILBAO, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas se han volcado este sábado con el paso del Tour de Francia por territorio vizcaíno en la primera etapa de su 110ª edición, con 182 kilómetros, que ha tenido como inicio y final la ciudad de Bilbao, y que ha coronado a Adam Yates con la victoria y el primer maillot amarillo.
La capital vizcaína ha dado a las 12.30 horas el pistoletazo de salida a la ronda gala desde las inmediaciones de San Mamés, donde miles de aficionados a las dos ruedas se han congregado desde horas antes.
Entre las autoridades institucionales presentes en el acto inaugural se ha podido ver al lehendakari, Iñigo Urkullu, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, las diputadas vizcaínas Elizabete Etxanobe y Ainara Basurko, así como al consejero Bingen Zupiria.
También se han acercado hasta la línea de salida el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, el presidente del Senado, Ander Gil, o representantes de diferentes partidos políticos.
A través de las pantallas gigantes instaladas en la explanada de San Mamés, los aficionados han podido ver el momento en el que el lehendakari, junto a Joane Somarriba, exciclista ganadora de tres
'Grande Boucles', han pulsado el botón que daba inicio a la etapa.
Tras el aurresku de honor, la cuenta atrás y los aplausos del público, el pelotón ha circulado por el centro de la capital vizcaína en el recorrido neutralizado.
La celebración de la primera etapa del Tour de Francia había provocado desde días antes cortes al tráfico por zonas y bloques horarios que, pese a intensificarse desde la noche de este viernes, no han impedido en ningún caso que miles de personas se hayan acercado para ver de cerca el paso del pelotón.
SIN INCIDENTES
Miles de ikurrinas, junto a banderas de decenas de países, han puesto color a una mañana que ha transcurrido sin incidente alguno, lo que ha sido la nota predominante durante una jornada a la que también ha acompañado la climatología.
Un total de 54 motoristas de la Ertzaintza, en coordinación con los motoristas de la Garde Républicaine de France, han llevado a cabo las labores de acompañamiento de los ciclistas, mientras que entre 1.500 y 1.700 ertzainas han tomado parte en el dispositivo de seguridad.
La caravana publicitaria de la ronda francesa ha sido, como es tradicional, la encargada de abrir la prueba antes del paso de los ciclistas por alrededor de 40 localidades vizcaínas: Arratzu, Asua, Bakio, Barrika, Berango, Bermeo, Busturia, Derio, Erandio, Ereño, Forua, Galdakao, Gatika, Gautegiz-Arteaga, Gernika-Lumo, Getxo, Gorliz, Ibarrangelu, Kortezubi, Larrabetzu, Laukiz, Leioa, Lemoiz, Lezama, Loiu, Morga, Mundaka, Murueta, Muxika, Nabarniz, Plentzia, Sondika, Sopela, Sukarrieta, Urduliz y Zamudio.
En todas ellas, han sido decenas de miles los aficionados que han acercado hasta las carreteras vizcaínas para trasladar su apoyo a los 176 corredores de 22 equipos de la presente edición.
La presencia de público se ha vuelto multitudinaria en la ascensión a Pike bidea, punto de unión de Sondika con Artxanda, y donde las camisetas naranjas monopolizaban el paisaje después de que numerosos aficionados hayan pasado noche.
La etapa ha tenido así como único punto negativo la caída sufrida por el corredor balear Enric Mas en la bajada de El Vivero y que le ha obligado a abandonar la prueba.
El pelotón ha llegado poco antes de las 17.15 horas al Campo Volantín donde, tras pasar por el Ayuntamiento, los ciclistas han encarado la subida al parque de Etxebarria, lugar en el que estaba instalada la meta.
El Tour no se despide de Euskadi, de tal modo que mañana domingo asumirán el protagonismo las ciudades de Vitoria-Gasteiz y San Sebastián. La segunda etapa, de 208 kilómetros, arrancará a las 12.15 horas de la capital alavesa y está previsto que sea sobre las 17.04 horas cuando los corredores lleguen a San Sebastián.