El distintivo aporta mayor seguridad en la autonomía de los desplazamientos de estas personas
SAN SEBASTIÁN, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ONCE y la Asociación de Personas Sordociegas de Euskadi, Asocide, han presentado el bastón rojo-blanco como auxiliar de movilidad que identifica a las personas con sordoceguera. La incorporación de una franja roja al bastón blanco, habitualmente utilizado por las personas con ceguera o discapacidad visual grave, evidencia la presencia también de una discapacidad auditiva en el usuario.
En la presentación en San Sebastián, que se enmarca en la celebración de la Semana de la ONCE en Euskadi, han participado la concejala de Acción Social, Aitziber San Román, el presidente del Consejo Territorial de la Once, Javier Domínguez, y el presidente de Asocide, Josu Domínguez.
En su intervención, Josu Domínguez ha proporcionado una serie de pautas dirigidas a la ciudadanía a la hora de comunicarse con las personas con sordoceguera. "Si no sabes lengua de signos, puedes comunicarte de forma sencilla escribiendo con letras mayúsculas en la palma de la mano de la persona sordociega, lo importante es que podáis comunicar vuestra presencia, tocando su brazo o el hombro y después, intentar comunicaros", ha señalado.
Según han detallado, el bastón rojo y blanco es "un distintivo que aporta mayor seguridad en la autonomía de los desplazamientos puesto que le identifica como una personas con sordoceguera y, además, facilita su posible comunicación con el resto de personas, conscientes de su discapacidad". El uso de este bastón rojo-blanco responde a las recomendaciones de los órganos internacionales que representan a las personas sordociegas.
En la actualidad, las personas con sordoceguera utilizan como auxiliar a la movilidad un bastón totalmente blanco, igual al que utilizan las personas que sólo tienen discapacidad visual, lo que dificulta su comunicación con el resto de ciudadanos. Al observar el bastón blanco, lo habitual es ofrecer ayuda a la persona mediante indicaciones verbales o sonoras (en el caso de los cruces), imperceptibles para la persona con sordoceguera.
El bastón rojo-blanco es un símbolo ya aceptado en muchos países como el símbolo identificativo de las personas sordociegas, así como definido por la Federación Mundial de Sordociegos (World Federation of the Deafblind-WFDB), sin concretar el diseño en cuanto a disposición y tamaño de las franjas rojas.
Se ha recomendado que los tramos de color rojo se sitúen, empezando desde la parte inferior del bastón, en el segundo y cuarto tramo del mismo debido a que, entre otros factores, "las personas con sordoceguera que conservan resto de visión les resulta más fácil ver el extremo del bastón si el tramo inferior es de color blanco".
FOAPS
La Fundación ONCE de Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS) celebra en este 2017 sus 10 años de dedicación a la mejora de la calidad de vida de las personas con sordoceguera en España y, en este caso concreto, en Euskadi. En este tiempo ha dedicado un total de 3.446 horas de mediación en Euskadi, de las cuales 167 corresponden al año 2016. En datos generales, en todo el territorio estatal, han sido 540.573 horas, de ellas 83.384 en el pasado año.
El número de beneficiarios alcanza en la actualidad la cifra de cinco personas con sordoceguera de Euskadi, todos adultos. Para su atención, la FOAPS cuenta con la labor de dos mediadoras (un en Bilbao y otra para Vitoria y San Sebastián), que dan cobertura a las necesidades de estas personas. En el País Vasco la FOAPS desarrolla programas de comunicación con la familia y taller ocupacional en uno de los casos, pero también de rehabilitación y tiflotecnología en función de las necesidades.
En estos diez años, la Fundación ONCE de Atención a Personas con Sordoceguera ha destinado 45.247 euros en recursos en Euskadi y ha contado con una aportación de 13.917 euros por parte de las instituciones públicas.