BILBAO 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
La europarlamentaria del PNV, Izaskun Bilbao, ha elogiado en Estrasburgo la "rapidez" de Euskadi para responder "a la crisis del fipronil" y ha pedido "más honradez" para no poner en riesgo a los consumidores europeos y evitar que se perjudique "el buen nombre de toda la producción alimentaria" de la UE.
El pasado mes de agosto, al menos 19 países, principalmente en Europa, se vieron afectados por la crisis de los huevos contaminados por fipronil, un insecticida cuyo uso está prohibido para producción en la cadena alimentaria.
En una comparecencia, durante el pleno desarrollado este martes en el Parlamento europeo, Bilbao valora la "rápida respuesta" que las autoridades vascas han ofrecido ante la crisis del fipronil y ha solicitado "más honradez" en este caso a estados que "como Holanda retrasaron la emisión de la alerta para proteger a la industria local".
Durante su intervención, en el marco de un debate sobre la crisis alimentaria desarrollado esta mañana en el pleno del Parlamento Europeo, Bilbao ha manifestado su apoyo a "la reunión de alto nivel" anunciada por el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, para mejorar el sistema de alerta rápida para alimentos y piensos, y ha apostado por que "se exija más honradez, transparencia y control, para mejorar el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos".
La eurodiputada vasca ha elogiado el sistema de alerta rápida para alimentos y piensos, y la trazabilidad en que se basa, y ha afirmado que estos constituyen "una gran aportación de la Unión Europea a la seguridad alimentaria".
Bilbao ha recordado que, en Euskadi, por ejemplo, fue la dirección de Salud Pública del Gobierno vasco la que, el pasado 12 de agosto, "en un tiempo record", inmovilizó una partida supuestamente afectada por Fipronil, "acreditando la capacidad de las autoridades competentes para resolver la situación".
"La crisis del Fipronil, ha demostrado también que la resistencia de un estado concreto, en Holanda, a admitir que es el origen del problema y la tentación de sobreproteger lo propio, ponen en riesgo a los consumidores europeos y perjudica el buen nombre de toda la producción alimentaria europea", ha advertido.
Además, ha apuntado que "la crisis que sufrieron en 2011 los pepinos y que resultó tener su origen en unos brotes de soja" debió servir a la UE "para aprender una lección que no podemos volver a suspender".