PP reclamaba paralizar "inmediatamente" la creación en Vitoria-Gasteiz de un "macrocentro" de acogida de Protección Internacional
VITORIA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El PNV y PSE-EE, socios de Gobierno, han aprobado este jueves que el Parlamento Vasco se reafirme en "la definición e impulso de un modelo vasco de acogida, en colaboración con el Gobierno del Estado" y pida al Gobierno Vasco que "persista en el objetivo de robustecer el modelo de integración de la población acogida a la protección internacional".
El PP ha llevado al pleno de la Cámara una proposición no de ley con la que reclamaba paralizar "inmediatamente" el proyecto de creación, en el 'Edificio Arana' de Vitoria-Gasteiz, de un Centro de Acogida de Protección Internacional, con 350 plazas, para personas que han huido de su país perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social, u opiniones políticas.
La iniciativa de los populares ha sido rechazada, ya que solo ha contado con el apoyo de la parlamentaria de Vox. El texto que se ha aprobado ha sido el presentado por los grupos en el Gobierno, PNV y PSE, que ha recibido la abstención de EH Bildu y Sumar, y el voto en contra de PP y Vox.
En el texto, el Parlamento Vasco insta al Gobierno Vasco a que "persista en el objetivo de robustecer el modelo de integración de la población acogida a la protección internacional", y a que para ello "refuerce la capacidad institucional y desarrolle el potencial integrador de la sociedad vasca y de su tejido asociativo, para afianzar una integración cívica adecuada". Además, se reafirma en "la definición e impulso de un modelo vasco de acogida, en colaboración con el Gobierno del Estado".
En el debate, el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha afirmado que la política del Gobierno central en materia de migración "no puede ser peor" porque "no sabe o no quiere poner coto a una llegada masiva que es imposible de integrar adecuadamente".
"El Gobierno va sin rumbo en materia migratoria, pretende extender el caos que viven en Canarias al resto de España, sin garantizar la protección y la atención digna a los migrantes, mientras culpa a las comunidades autónomas que son las administraciones que les acogen y asumen el esfuerzo y los costes", ha señalado.
"UN GRAN PROBLEMA"
De Andrés ha alertado que la salida de los migrantes del futuro "macrocentro" de Vitoria "conducirá a un flujo constante de personas sin empleo, sin domicilio y frecuentemente sin formación ni posibilidades de trabajar" que "en un barrio como el de Arana. Para una ciudad como Vitoria es un gran problema del que ya han alertado todas las organizaciones del tercer sector que conocen esta circunstancia".
El parlamentario del PNV Aitor Urrutia ha asegurado que las instituciones vascas llevan 20 años, "sin competencias, con buena voluntad, gestionando lo que otros hacen mal o no hacen, y de la mano de los agentes del tercer sector y con asociaciones, conformando el modelo vasco de acogida".
Tras criticar que "el gobierno español unilateralmente" propuso este centro, ha rechazado la iniciativa del PP "presentada al inicio con un tono y término razonable", pero cree que "es una especie de lobo con disfraz de la abuela de Caperucita y se le ve la patita porque aparece la 'doctrina Maroto'".
"Usted sabe y quiere que le votemos en contra", ha afirmado antes de señalar que el PNV cree que "sería mejor que este centro no se materializara", pero ha señalado que "no pactará con aquellos que quieren estigmatizar personas".
La parlamentaria de EH Bildu Amancay Villalba ha criticado que la iniciativa del PP solo pide que se paralice este centro de acogida "sin hacer caso a la situación de las personas migrantes y refugiadas, aunque ese tendría que ser el protagonista de un debate de este tipo" y ha acusado al PP de "intentar capitalizar el malestar que ha traído" esta iniciativa y de "alimentar posiciones negativas hacia los migrantes y los refugiados".
CENTROS MÁS PEQUEÑOS
Según ha destacado, este futuro centro "no es el proyecto que impulsaría EH Bildu, no es un proyecto que case con el modelo que defiende" la coalición, que cree que "los centros más pequeños son un mejor modelo" y ha acordado con el parlamentario de Sumar un texto que "pone el foco en la importancia del trabajo en común, el reconocimiento del trabajo de los agentes sociales y la transferencia de las competencias en este ámbito" con el objetivo de "dejar de alimentar los discursos xenófobos entre la ciudadanía".
La parlamentaria del PSE Patricia Campelo ha rechazado "dar cancha a posiciones reaccionarias sobre la acogida de personas refugiadas" y ha calificado de "muy grave que una vez más el PP quiera asociar personas refugiadas y delincuencia, falta de seguridad, acogida y mafias, centros de atención y riesgos para la convivencia". "Sabemos que quieren avivar la polémica, que quieren convertir la política de acogida en un barrizal, que quieren escandalizar a la ciudadanía", ha denunciado.
Campelo ha defendido que "se está haciendo esta infraestructura de acogida con el respeto más escrupuloso al nivel competencial de cada Administración" y ha recordado que "es el Gobierno de España el titular de esta política" con un modelo que "tiene el visto bueno de la Unión Europea". "Tenemos junto con el Grupo de Nacionalistas Vascos una enmienda que servirá para impedir que salga adelante la iniciativa de bloqueo a la solidaridad activa del PP", ha resaltado.
El parlamentario de Sumar, Jon Hernández, ha recordado que su formación está "en contra del modelo de macrocentros, como el que se plantea" en Vitoria, pero cree que el PP "no es sincero" cuando plantea esta iniciativa, porque "lo que le mueve al PP no es la oposición a un tipo de macrocentro que no es adecuado para unas políticas de acogida fundamentadas en el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y de las y los refugiados". "No es compatible con su política de petición de más mano dura al Gobierno del Estado en políticas de migración", ha afirmado.
La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha anunciado su apoyo al texto del PP para reclamar la paralización del proyecto en Vitoria, "en un barrio que se ha cansado de decir que no lo quiere cerca de sus viviendas, en una ciudad que también ha manifestado sus reticencias a través de sus representantes municipales, en una región cuyo gobierno también ha criticado la forma de proceder del Ejecutivo de España, incluso el modelo de centro que plantean". "Pero embarrados en el fango de lo políticamente correcto y del buenismo irracional, hoy asistimos de nuevo a una oda generalizada del reconocimiento de derechos sin exigencia de deberes", ha criticado.