PNV, PSE y PP rechazan condenar la construcción del muro del Puerto de Bilbao

Los proponentes critican que se hable de "seguridad", cuando desde el mismo puerto se envían armas a otros países

VITORIA, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

La construcción del muro del Puerto de Bilbao para evitar las entradas irregulares de personas migrantes en los buques que parten hacia el Reino Unido ha dividido a los grupos del Parlamento Vasco entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que han reclamado que se suspendan las obras, y el PNV, el PSE-EE y el PP, que han hecho valer su mayoría para rechazar dicha propuesta.

El pleno del Parlamento autonómico ha debatido este jueves, a propuesta de EH Bildu, sobre la construcción de un muro en el Puerto de Bilbao, con el que se pretende evitar el acceso irregular de personas a los buques que parten hacia el Reino Unido.

La coalición soberanista ha acordado una enmienda con Elkarrekin Podemos que condenaba el levantamiento de la valla y que reclamaba la suspensión de las obras, al considerar que el muro vulnera "los derechos humanos de las personas refugiadas".

La parlamentaria de EH Bildu Jasone Agirre ha destacado que las personas que tratan de llegar al Reino Unido en los barcos que zarpan del Puerto de Bilbao tan sólo aspiran a tener "una vida mejor".

Además, ha denunciado que la instalación de una valla traslada a la sociedad el mensaje de que todo aquel "que viene de fuera" es una amenaza, con lo que se "criminaliza" al conjunto de la población migrante.

Desde Elkarrekin Podemos, Tinixara Guanche ha criticado --al igual que ha hecho EH Bildu-- que se pretenda justificar el muro como una medida de "seguridad" y protección de las personas, cuando desde el mismo Puerto de Bilbao se están embarcando armas que acaban empleándose contra la población de Yemen o de Siria.

EL PP, "VERGONZOSO"

Guanche también ha calificado de "vergonzoso" el discurso empleado por el parlamentario del PP Antón Damborenea, quien --citando ciertas informaciones de medios británicos-- ha afirmado que el 95% de las personas que tratan de llegar de forma irregular al Reino Unido desde el Puerto de Bilbao "son albaneses, musulmanes y tienen dinero".

Pese a coincidir en el sentido del voto con el PP, el parlamentario del PSE-EE Eneko Andueza también ha reprochado a Damborenea que haga este tipo de "generalizaciones", y que haya acabado afirmando "poco menos" que todas las personas que acceden de forma irregular a los buques que parten del Puerto de Bilbao "son delincuentes".

Andueza, que ha sugerido que personalmente no es partidario de la construcción del muro, ha afirmado que "más que por que estemos en desacuerdo por el fondo", los socialistas votan en contra de la propuesta de EH Bildu y Elkarrekin Podemos por los "errores de forma" que presenta. Según ha dicho, el "error" consiste en que el texto de ambas formaciones habla de "refugiados", en lugar de emplear el término de personas migrantes.

"LA LEY OBLIGA"

Dese el PNV, Joseba Zorrilla ha afirmado que la ley "es clara", y "obliga" a garantizar la seguridad en la entrada de mercancías y personas en los puertos. Además, ha subrayado que los accesos irregulares están prohibidos, "independientemente del origen" de las personas.

Zorrilla ha negado que evitar las entradas irregulares en los barcos suponga una vulneración de derechos humanos, y ha reafirmado el compromiso de las instituciones vascas por "garantizar unas condiciones de vida dignas" a todas las personas que se encuentran en Euskadi.

El parlamentario del PP Antón Damborenea ha defendido la construcción de la valla porque la normativa estatal e internacional "obliga" a "controlar" el acceso de personas y mercancías en los puertos.

Además, ha advertido de que, si no se acaba con las entradas irregulares, las compañías que operan en el Puerto de Bilbao podrían abandonarlo para dirigirse a otros puertos. El dirigente popular, que ha negado que esta sea una cuestión de derechos humanos, ha insistido en las personas que tratan de llegar a Reino Unido de forma irregular "tienen teléfono móvil y dinero para taxis", y que los británicos "no los quieren ni ver porque saben a qué se dedican".