Un estudio de Ikuspegi subraya que el fenómeno de la inmigración no es percibido como un problema por parte de la sociedad vasca
BILBAO, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
La población de origen extranjero residente en Euskadi se ha multiplicado por cuatro en los últimos 20 años y ha crecido en 207.794 personas, al pasar de 66.348 a 274.142, de manera que, si en 2003 representaban el 3,2% de la población, en 2023 ese porcentaje se elevaba al 12,4%, un incremento de 9,2 puntos.
Estos datos se recogen en la publicación "20 años de evolución de la población en la CAE" dado a conocer este jueves por Ikuspegi-Observatorio Vasco de la Inmigración, que también ha editado el libro "Dos décadas de reflexión sobre migración y asilo en Euskadi".
En la publicación sobre la evolución de la población en Euskadi, Ikuspegi subraya que la llegada de la población de origen extranjero ha generado un impacto demográfico positivo y ha permitido "contrarrestar la pérdida de población total". En concreto, se ha dado un aumento de la población total en 123.662 personas.
El estudio subraya que la dinámica migratoria de Euskadi de estos últimos 20 años ha estado vinculada a la coyuntura económica y el mercado laboral.
Según ha apuntado, esa dinámica migratoria se define en cinco fases, una primera de 2004-2008, (inicio y consolidación); de 2009 a 2014 (recesión económica); 2015-2020 (recuperación y reactivación); 2021-2022 (impacto Covid-19) y 2023 (post Covid).
El estudio subraya que, en los últimos 20 años, Euskadi ha aumentado su peso migratorio en el conjunto del Estado, ya que, si en 2023 es la decimotercera comunidad en porcentaje de población de origen extranjero, en 2003 era la decimoctava.
Asimismo, la publicación subraya que la intensividad del crecimiento de población de origen extranejero en comparación al conjunto del Estado "tiende a ser mayor".
TERRITORIOS
Por Territorios, Bizkaia es donde mayor número de personas de origen extranjero reside, seguido de Gipuzkoa y Álava, pero, sin embargo, entre 2003 y 2023 se constata un incremento del peso en Gipuzkoa, mientras que Bizkaia y Álava bajan.
En cambio, Álava es el territorio con mayor porcentaje de población extranjera (14,6%), situándose por encima de la media de Euskadi (12,4%). En Gipuzkoa, el porcentaje es del 12,1% y en Bizkaia del 11,9%.
El estudio constata que uno de los principales cambios de estos últimos 20 años ha sido el acceso a la nacionalidad española de gran parte de la población de origen extranjero. En 2023 la diferencia entre la población de nacionalidad extranjera y la de origen extranjero es de 73.928 personas.
En Euskadi, el 38,7% de la población de origen extranjero proviene de Sudamérica, si bien, desde 2003 la región que más ha crecido ha sido Centro América y Caribe, pasando del 5,8 al 14%.
En comparación con la comunidad autónoma vasca, en Álava existe una mayor presencia de población de origen africana, en Bizkaia predomina el origen sudamericano, mientras que en Gipuzkoa se encuentra sobrerepresentada la población de Centro América y Caribe.
En concreto, en 2023, el 27% del total de extranjeros tiene nacionalidad española o doble nacionalidad. Asimismo, el estudio apunta que el pasado año en Euskadi residían 17.423 personas nacidas en España con nacionalidad extranjera, mientras que en 2003 eran 2.521.
Ese acceso a la nacionalidad española se ha producido principalmente entre la población de origen sudamericano, seguido de la población de Centro América y Caribe y África.
Por otra parte, la publicación destaca que el crecimiento económico ha generado un incremento "sostenido" de la afiliación de las personas trabajadoras de nacionalidad extranjera a la Seguridad Social y se aprecian diferencias de género en el tipo de régimen de afiliación. En concreto, las mujeres extranjeras se concentran más en el Sistema Especial de Empleados de Hogar y los hombres en el Régimen Géneral.
Según se subraya, la tasa de paro de los ciudadanos de nacionalidad extranjera (20,8%) es superior a la tasa de paro general (7,7%). Además, la incidencia de la pobreza es "mayor" entre la población extranjera, con una pobreza estructural que se sitúa por encima del 24%.
Por otra parte, Ikuspegi destaca que el fenómeno de la inmigración no es percibido como un problema por parte de la sociedad vasca, aunque sí es una percepción que tiende a aumar en periodos de crisis caracterizadas por la destrucción de empleo.
Los datos, según el estudio, indican una visión "optimista" sobre la aportación global de la poblacion inmigrante al bienestar de la sociedad vasca y se da desde 2015 una tendencia alcista de esa percepción. En concreto, entre 2004 y 2014 sí que había una percepción negativa de la población vasca respecto a la inmigración y sus efectos sobre la economía, pero, a partir de esa fecha, esa vcisión ha cambiado y es más positiva.
Por último, se subraya que en 2023, siete de cada diez personas creen que en los próximos cinco años la inmigración en Euskadi aumentará pero, en general, la sociedad vasca cada vez está "más familiarizada" con la llegada de población de origen extranjero.