Sortu acusa al PP de "estirar el chicle del conflicto armado" para obtener "réditos políticos"

Le advierte de que "esas posiciones obstruccionistas de un proceso de paz y normalización, afortunadamente, tienen un apoyo muy escaso"

BILBAO, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha acusado al PP de "estirar el chicle del conflicto armado" para obtener "réditos políticos" al celebrar actos como el de este domingo en Andoain, en el que dirigente populares vascos organizaron un acto de protesta contra el homenaje a los presos de ETA Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño. Además, Rodríguez ha advertido a la formación que preside Alfonso Alonso de que "esas posiciones obstruccionistas de un proceso de paz y normalización, afortunadamente, tienen un apoyo muy escaso" en Euskadi.

En una entrevista a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Rodríguez se ha mostrado convencido de que hechos como los de este pasado domingo en Andoain, demuestran que el PP "permanece anclado en el pasado". "El PP y no solo el PP, sino otra serie de sectores están "muy interesados o demasiado interesados en perpetuar una situación de conflicto, de estirar el chicle del conflicto armado en este pueblo, sencilla y llanamente porque obtiene réditos políticos de ello", ha sostenido.

"En este ambiente de involución creado vemos que el PP está compitiendo con Ciudadanos y también, desgraciadamente, con el PSOE, para ver quién tiene la bandera de España más grande", ha manifestado.

Arkaitz Rodríguez, ha asegurado que los populares pretenden "hacer un caballo de batalla" del "conflicto habido en este pueblo". "Se encontraban más cómodos en un ciclo de enfrentamiento y está tratando de perpetuarlo, de estirarlo, a través de este tipo de actos de propaganda, porque es lo que fue el 'escrache' que organizó el PP", ha dicho.

Por ello, ha insistido en que el Partido Popular "se encuentra interesado en estirar ese chicle" porque "no tiene oferta democrática para este país," y porque, al parecer "son unos hechos que perecen rendirles beneficios electorales del Ebro para abajo".

Ha advertido, no obstante, de que en Euskadi, "esas posiciones obstruccionistas de un proceso de paz y normalización política de este pueblo, afortunadamente, tienen un apoyo muy escaso".

ARMAS ARROJADIZAS

Preguntado por su opinión sobre el lema que presidirá este próximo 10 de marzo el día de la memoria, que este año recordará que 'el sufrimiento de todas las víctimas de la violencia y el terrorismo fue injusto', Rodríguez ha advertido de que "hay determinadas trabas, conceptos, que en este pueblo han sido utilizados como armas arrojadizas con el objetivo de ahondar o tratar de proyectar ese relato de vencedores y vencidos que con el objetivo de avanzar hacia una paz justa estable y duradera".

En su opinión, hay "una serie de conceptos que están muy viciados" y que, "en la medida en que forman más parte de un intento de imponer un determinado relato que de buscar una solución justa y razonable, pueden incluso dificultarla".

Rodríguez ha recordado que la izquierda abertzale y EH Bildu han manifestado "en innumerables ocasiones" que en Euskadi "es necesario reconocer a todas las víctimas", así como la existencia de diferentes violencias". "Ese relato al que me refería, es un relato que también trata de proyectar la idea de que en este país solo existió la violencia de ETA, y eso no es cierto", ha señalado.

En este sentido, ha advertido de que "ha existido muchas violencias, y aún continúan existiendo" porque "así como la violencia de ETA ya hace años que desapareció del escenario político, la del Estado español, desgraciadamente, continúa muy presente, tanto aquí como en Cataluña".

"Es necesario un ejercicio de reconocimiento de las múltiples violencias habidas en este pueblo. Es necesario un ejercicio de reconocimiento de las múltiples víctimas consecuencia de esas diferentes violencias y que los responsables de las diferentes violencias reconozcan algo que ya ha hecho la izquierda abertzale: su parte de responsabilidad y sufrimiento habido en este pueblo", ha señalado.

Arkaitz Rodríguez se ha referido a la sentencia del TEDH, que ha condenado al Estado en el caso de malos tratos a los miembros de ETA Portu y Sarasola. A su juicio, esta resolución judicial pone de manifiesto que "la tortura, en este país, ha sido una práctica sistemática, sistémica y masiva, que todavía no cuenta con el debido reconocimiento político e institucional".

Ha aludido a las "innumerables ocasiones" en las que se exige a la izquierda abertzale "hacer una revisión crítica de su pasado. Rodríguez ha insistido en que "hay mucho que revisar en este pueblo" en el que "muchos agentes que tienen que realizar una revisión crítica de su pasado".

"A nosotros nos gustaría que la clase política de este país reconociera, que efectivamente, sabíamos que en este país se torturaba. En algunos casos dimos las órdenes, en otros, miramos para otro lado y en el mejor de los casos, no fuimos capaces de impedir que las fuerzas policiales a nuestras órdenes, torturaran a miles de personas", ha señalado.

Según ha afirmado, la izquierda abertzale "ha hecho la mayor aportación" que ha sido "retirar la violencia de ETA de la ecuación política vasca hace ya siete años". "Nos gustaría que el resto de agentes hiciera lo propio y, por ejemplo, en relación a la tortura, manifestaran que esa realidad existía", ha indicado.

Ha recordado que la izquierda abertzale ya ha reconocido que, "efectivamente, ha tenido que ver con la violencia de ETA" y ha admitido que "que esa violencia ha generado víctimas, así como que, en ocasiones no ha estado lo suficientemente cerca de esas víctimas".

"Nos gustaría que todos eso fuera también realizado por el resto de agentes políticos, en la medida en que ellos también tienen responsabilidades, y muchas, sobre toda esa otra violencia a la que me he referido y que, desgraciadamente, aún persiste", ha indicado.

El dirigente de Sortu cree que, mientras la violencia de ETA "ya ha desaparecido del escenario político", la del Estado "que es estructural y persistente, continúa existiendo en la forma de la dispersión, del mantenimiento en prisión de presos gravemente enfermos" y en la "negación de derechos democráticos colectivos, como el derecho a decidir".