La diputada de Igualdad, Antonia Molina, apela a la prevención para erradicar esta lacra social
CÁCERES, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Testimonios de diversas mujeres, entre ellas alguna víctima de la violencia de género, y una plaza de Santa María de Cáceres repleta de zapatos rojos han sido la forma elegida por la Diputación de Cáceres y los municipios de la provincia para conmemorar el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y reafirmar su compromiso en la lucha contra estas lacra social, que se ha cobrado ya 1.236 víctimas desde el año 2003.
"Hace más de cien años Rosa Luxemburgo fue asesinada en Berlín. De camino a su muerte, hacia las frías aguas de un canal donde fue ahogada, perdió un zapato. No es la única mujer que pierde un zapato antes de perder la vida", ha dicho la diputada delegada de Igualdad de la Diputación de Cáceres, Antonia Molina, que ha querido recordar a todas aquellas mujeres que no podrán ya calzar sus zapatos por haber sido asesinadas en manos de su pareja o su ex pareja.
Numerosas personas se han acercado a este acto, inspirado en la artista mexicana Eline Chauvet quien, como ha recordado Antonia Molina, "recogió todos los zapatos perdidos, los tiñó de rojo y mostró al mundo los caminos cruzados de todas las mujeres que se quedaron sin su andar. De todas esas mujeres, no sabemos quien fue la primera, de tantas".
Una exposición titulada 'Zapatos rojos' en la que han participado también los municipios de la provincia que, a lo largo de las últimas semanas han desarrollado talleres en los que, además de teñir los zapatos, han abierto debate y análisis sobre la violencia contra las mujeres.
Entre largos silencios, emoción y lágrimas, numerosas personas han participado en este acto y han podido escuchar la voz de distintas mujeres, entre ellas la de Irene, una víctima de violencia de género que ha contado su caso cuando a los 13 años conoció al que creía que sería "el amor de mi vida".
"Con el tiempo entendí que no era nada, acabé vacía, llena de culpa... Sé lo que se siente cuando tienes miedo a una persona que quieres... Estuve tres años esperando un cambio que nunca hubo. Me quedé sin vida social, vivía por y para ese amor, no hacía nada sola, me sentía una marioneta controlada como si todo fuera normal... hasta que no pude más y decidí pararlo", ha relatado.
Irene ha pedido a las mujeres que no permitan que nadie les corte las alas. "Todas sois dueñas de vuestra vida, que busquéis vuestra libertad porque os la merecéis. Aunque sintáis que no podáis más, levantaros en cada bache, luchad por vosotras y no olvidéis lo más importante, vuestra esencia y vuestra vida", ha recalcado en su intervención.
También han participado en esta acto alumnas del Ciclo Superior de Promoción de la Igualdad del IES Al-Qáceres, que han leído un fragmento de la novela 'Cauterio', de Lucía Lijtmaer, y otras mujeres, coincidiendo todas en la necesidad de educación desde edades muy tempranas y el temor al aumento de violencia entre los más jóvenes.
"Desde la Diputación de Cáceres sentimos que no es suficiente contar las víctimas y lamentar los asesinatos, creemos firmemente en que la violencia machista se puede prevenir con políticas de igualdad valientes y transformadoras. La educación es esencial en este esfuerzo para transformar pensamientos, una educación que prevenga que las nuevas generaciones de adolescentes y jóvenes dejen de considerar que la violencia de género no existe", ha incidido la diputada de Igualdad.
En este sentido, los últimos datos del Barómetro Juventud y Género 2023, elaborado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, apuntan a que el 23,1% de chicos entre 15 y 29 años está de acuerdo con que "la violencia de género no existe, es un invento ideológico", cuando en 2019 esta afirmación era secundada por un 12% de los chicos. En el caso de las chicas, lo afirma en la actualidad un 13,2% de ellas, mientras que en el 2019 eran el 5,7%.
La música de la asociación ViolinEx y la performance 'Nudos', de Aisha Cruz han reflejado también el proceso que pueden sufrir las víctimas y el duro viaje que tienen que realizar para salir adelante. Un grito de reclamo y de esperanza, porque "siempre hay esperanza para desatar los nudos de la violencia de género", ha concluido la diputada.