Ha intervenido en más de doscientas obras como El crack, Amanece que no es poco y La vaquilla
CÁCERES, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El actor Miguel Rellán (Tetuán, 1942) recibirá el Premio de Honor del 29 Festival de Cine Español de Cáceres en la gala de entrega de los San Pancracio que se celebrará el 12 de marzo en el Gran Teatro de la capital cacereña. Este intérprete, que es memoria viva del cine nacional, ha prestado su talento a multitud de personajes logrando que queden en el recuerdo de los espectadores.
Con un historial de más de 200 títulos entre cine, teatro y televisión, últimamente el público ha podido verlo en las series Vergüenza y Maricón perdido. Próximamente estrenará Sentimos las molestias junto a Antonio Resines.
Películas como Amanece que no es poco, La vaquilla o El crack, de José Luis Garci, forman parte de su filmografía. Otras películas en las que ha intervenido son ¡Ay Carmela!; Sé infiel y no mires con quien; La vida alegre, Bajarse al moro y Tiempo después, la última película de Cuerda.
El actor, que recibió el Goya al mejor actor secundario por Tata mía, de José Luis Borau, ha desarrollado también una larga carrera en el teatro, que fue donde comenzó a trabajar como intérprete en Sevilla y posteriormente en Madrid en los años 70. Entre las obras en las que ha participado figuran El teatro del mundo, Amadeus, La lozana andaluza, Luces de bohemia y, más recientemente, Contarlo para no olvidar, pero como director.
"Yo tengo muchos premios, pero los que de verdad tienen valor son como éste del Festival de Cine Español de Cáceres, los que te dan porque alguien ha pensado de verdad que te lo mereces, sin competir con nadie", ha afirmado Rellán en una entrevista que ha concedido a la revista de cine Versión Original, editada por la Fundación Rebross, organizadora del festival cacereño.
RELATO DEL COVID
Rellán muestra su agudeza y humor en esta entrevista, en la que relata cómo pasó el Covid en 2020. "Llegué a estar malito, malito 24 días en el hospital, lo pasé mal. Empecé estornudando, tosiendo, pero pensaba que se me iba a pasar mañana. Y me pasó eso que la gente cuenta cuando tiene un accidente, eso de 'íbamos por la carretera de Valencia y me desperté en el hospital'. Pues yo me desperté en el hospital".
"Tengo una nebulosa en la que recuerdo que vinieron unas personas vestidas de verde y que me inyectaron algo, pero yo me desperté en el hospital y pasé 48 horas muy malas, aislado, con oxígeno... pero las doctoras que me sacaron adelante estaban muy sorprendidas de mi recuperación y me decían: 'Es que no tienes 20 años, tienes una neumonía bilateral de elefante y te estás recuperando'", ha asegurado.
Espigar en la trayectoria de Rellán es hacerlo en la propia historia del cine español y en algunas de las películas más exitosas y más relevantes. Trabajó con Berlanga en Todos a la cárcel después de que se frustrara su participación en La vaquilla por problemas de agenda y que, reconoce, "es uno de los borrones" de su vida.
Con José Luis Cuerda rodó Pares y nones, El bosque animado y la película de culto Amanece que no es poco. "Hay gente que se la sabe de memoria. Pero, cuando se estrenó, a Cuerda le dijeron de todo menos barquillero, y pasó desapercibida", ha apuntado.
"Un verano me encontré en una terraza a Cuerda tomándose un gintonic con el director de casting Luis San Narciso, me siento con ellos y de pronto oigo un ruido atronador y aparecen los ángeles del infierno con sus Harley Davison, y el de delante para y dice: '¡Coño, el de Amanece que no es poco'!' Y venga a hacerme fotos con ellos...", ha recordado.
Pero reconoce Rellán que no es por esta aparición por la que más se le recuerda, sino por la serie La que se avecina. "Cuando me reconocen por ella, yo les digo: 'Me habéis borrado el currículum'. En cine sí, por Amanece que no es poco. Pero luego te sorprenden con otras cosas. De repente uno te dice: '¡Usted es el de El juego más divertido!'. Pues muy bien también".