García Blanco asegura que hay entre 400 y 500 casos en la región y pide indemnizaciones para las explotaciones afectadas
CÁCERES, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ha causado la muerte en Extremadura de unos 2.500 ciervos, lo que suponen unas pérdidas de cuatro millones de euros, mientras que en el sector vacuno ha provocado la muerte de unas 450 cabezas de vacuno con un valor de 700.000 euros, lo que eleva las pérdidas en el sector cinegético y ganadero a alrededor de cinco millones de euros.
Así lo ha señalado este viernes el presidente de la organización agraria Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, en una rueda de prensa en la que ha recordado que esta enfermedad es de declaración obligatoria y "nunca" había existido en Europa hasta el 10 de noviembre de 2022 cuando se declaró el primer foco.
"Desgraciadamente ha vuelto a aparecer, posiblemente transmitida por mosquitos procedentes de África", ha apuntado García, que ha explicado que la enfermedad se caracteriza por lagrimeo en los ojos, fuerte secreción nasal, cojeras prolongadas, hinchazón palpebral, fuerte salivación y enrojecimiento del morro del animal.
El tratamiento ha de ser sintomático con antinflamatorios, analgésicos y antibióticos, mucha agua a disposición de los mismos y desinsectaciones semanales, acompañados de aislamiento de los animales.
Según García Blanco, "el principal problema es el desconocimiento que está generando una alarma innecesaria no solo en el sector, sino en toda la población, cuando hay que aclarar que está producida por un virus, que se transmite por los mosquitos, que afecta solamente a rumiantes, tanto domésticos como salvajes, pero no ha humanos".
En el sector vacuno, donde es más fácil controlar, la incidencia por mortalidad es menor dado que los ganaderos actúan de un modo rápido y con tratamientos consiguen reducir la mortalidad.
NO SE INMOVILIZA LA EXPLOTACIÓN
"Pero se ha difundido un falso bulo cual es que la explotación que salga positiva se inmoviliza y por ello los ganaderos no están declarándola" ha dicho García Blanco, que ha aclarado que no se inmoviliza la explotación en la que haya algún caso positivo.
Es más, ha recordado que "no solo es conveniente, sino que la declaración de casos es obligatoria", ya que en el caso de conseguir indemnizaciones por los animales que pudieran morirse en explotaciones afectadas, solo podrán pagarse a las que hayan declarados los casos.
En este sentido, García Blanco ha criticado la "paralización" de la administración para solucionar este problema ya que el Gobierno de España "que está en funciones", ha dicho, "es el responsable de todo esto y no ha movido un solo dedo".
"Es urgente una reunión de coordinación con las comunidades autónomas para el establecimiento de medidas y no solo la prohibición de movimientos a países fuera de España, sino que hay que establecer compensaciones a gestores cinegéticos y ganaderos afectados", ha destacado.
Por otro lado, Asaja Extremadura cree que urge la aprobación por la Unión Europea de las dos vacunas existentes, una japonesa y otra canadiense, para que los ganaderos, de un modo voluntario, puedan implantarla.
En el caso de Extremadura, García Blanco exige a las dos consejerías afectadas, la de Agricultura y Gestión Forestal, que insten al Ministerio de Agricultura a reunirse y que, de un modo inmediato y coordinado, "se adopten medidas", ha indicado.
Respecto a los doce focos confirmados en la región por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, el presidente de Asaja Extremadura cree que hay muchos más casos y que podrían estar afectadas unas 450 o 500 explotaciones en la región.
De momento, las explotaciones extremeñas confirmadas por la administración regional están ubicadas en las zonas de Zafra, Jerez, Castuera, Herrera del Duque, Cáceres, Trujillo, Navalmoral de la Mata, Zorita, Badajoz, Don Benito, Mérida y Azuaga.
Además de Extremadura, esta enfermedad también tiene casos notificados en explotaciones de algunas provincias de Andalucía, de Castilla y León, y de Castilla-La Mancha.